San Cristóbal de Las Casas, Chis. El Movimiento en Defensa de la Vida y del Territorio (Modevite), con presencia en 11 municipios, exigió a las autoridades de los tres niveles que “atiendan las urgencias que nuestro estado está viviendo ante el dominio del crimen organizado, que está despojando del territorio a los dueños de estas tierras, obligándolos a ser carne de cañón”.

Dijo que esa agrupación cree “rotundamente que la solución no está en las armas, pues esta vía ha demostrado en los últimos años que sólo trae más muerte y terror a nuestras comunidades”.

Agregó: “Modevite mantiene una espiritualidad de la no violencia, pues nuestra lucha ha sido mantener la armonía de las comunidades y nuestra exigencia se ha manifestado directamente con los responsables de la destrucción de nuestra vida y territorio”.

En un comunicado señaló que “sabemos también que este sistema es opresor y corrupto, pero es nuestro derecho denunciar y exigir que se atiendan las urgencias que nuestro estado está viviendo ante el dominio del crimen organizado”.

La agrupación manifestó que “como comunidad humana nuestra misión es construir la armonía entre todos-todas y con la madre tierra, por lo que confiamos en que el deseo de la paz y la justicia es más fuerte que la violencia y el deseo de venganza”.

Por ello pidió a la población, “hombres y mujeres de buen corazón a vencer el mal con bien, a vencer el egoísmo con solidaridad, a vencer el odio con amor, a vencer la agresión con reconciliación, a vencer la violencia con la acción no violenta, construyendo una paz verdadera fundada en la justicia y en la esperanza”.

Hizo un llamado “a todas las comunidades y la sociedad en general a trabajar para erradicar la raíz de la violencia y elegir, como opción de vida, la paz”.

La Compañía de Jesús, por su parte, condenó “enérgicamente la creciente ola de violencia que asola el estado de Chiapas, principalmente en Frontera Comalapa y Chicomuselo. En momentos en que comunidades y pueblos sufren asesinatos, reclutamiento forzado, secuestras, amenazas y la explotación de los bienes naturales, hacemos un llamado a la restauración del orden y el estado de derecho en esta región”.

Añadió que “en el espíritu de nuestro compromiso con la justicia social y la promoción de la paz, los Jesuitas de México condenamos con firmeza cualquier acto de violencia que cause sufrimiento y miedo en las vidas de nuestros hermanos y hermanas en las comunidades chiapanecas”.

En un comunicado respaldó “plenamente las demandas de las diócesis de San Cristóbal y de Tapachula para el restablecimiento del orden y el estado de derecho en Chiapas. Es fundamental que las autoridades competentes tomen medidas decisivas para garantizar la seguridad de las personas y abordar las causas profundas de esta inseguridad y terror”.

Señaló que “en medio de esta crisis, muchas comunidades en Chiapas enfrentan la escasez de alimentos y servicios básicos, como la electricidad y la comunicación. Instamos a las autoridades de los diferentes niveles de gobierno a tomar medidas urgentes para restablecer estos servicios esenciales y garantizar el bienestar de la población afectada por grupos delincuenciales”.

Aclaró que “no pretendemos magnificar los hechos de violencia, sino más bien poner de manifiesto una realidad preocupante que ha afectado a diversos lugares de nuestro país, ya que el crimen organizado opera en gran parte de nuestro territorio mexicano. Este desafío no debe ser subestimado porque no es un problema aislado, hacemos un llamado para lograr respuestas integrales y efectivas”.