Armando Manzanero (1934-2020) es el principal compositor popular mexicano de la segunda mitad del siglo XX y lo que va del XXI. Si la universalidad se mide por la trascendencia en el espacio y el tiempo de un autor y su obra –a lo que cabría agregar la amplitud de su público–, Manzanero es un genio universal
.
Así lo asegura el escritor e historiador Enrique Martín Briceño (Mérida, 1964), artífice de un proyecto literario que celebra la trayectoria del músico, actor y productor, quien falleció en la capital mexicana a los 86 años, víctima de covid-19.
Por fortuna, hay gran cantidad de fuentes para reconstruir la trayectoria de Manzanero y ensayar una valoración de sus distintas facetas (compositor, cantante, pianista, productor, conductor de programas de radio y televisión, líder de los compositores)
, explicó Briceño en entrevista con La Jornada.
“Para consolidar esta iniciativa, partí de sus libros autobiográficos Relatos de mi infancia (El primer paso) y La última canción, en los que se narran episodios de su infancia y juventud, así como de sus primeros veintitantos años en la Ciudad de México.
Tomé en cuenta lo que él mismo narró en varios de sus programas de radio y en algunas de las muchas entrevistas que concedió. Revisé también los contados trabajos académicos que aluden a Manzanero, así como algunos de los artículos periodísticos que me parecieron más sustanciosos.
Auspiciado por la Secretaría de la Cultura y las Artes de Yucatán, el gobierno de esa entidad, la Fonoteca Nacional y la familia Manzanero, entre otras instancias, el libro Armando Manzanero recopila una investigación iconográfica (fotografías, manuscritos, anécdotas, discografía, crónicas y notas informativas), así como códigos QR en los que se pueden escuchar algunas canciones interpretadas por el maestro originario de Mérida.
Por fin, el lector tiene un libro que lo llevará a los orígenes y éxitos que acumuló Armando a lo largo de su prolífica vida
, puntualizó Alberto Tovalín, editor de la publicación.
Este libro, añadió, es de gran valor estético y documental, tanto por la investigación como por el rescate de imágenes y documentos que permiten conocer su vida y su enorme trascendencia en el ámbito musical
.
Entre las imágenes que atestiguan los momentos cúspides del ícono del bolero y la balada figuran cuando fue reconocido con el título de embajador de Mérida, en 2017; durante sus actuaciones en Bogotá (ante 20 mil personas), y los premios Billboard en 1996; cuando fue invitado de honor a una comida organizada por el presidente Andrés Manuel López Obrador, con motivo del Día del Compositor (15 de enero); en sesiones fotográficas con amigos y colegas, y cuando recibió el Grammy Honorífico por trayectoria en enero de 2014.
Platicar con melodía
El Grammy es el galardón más importante en el mundo de la música. Cualquier persona podría percatarse del nivel de aporte que tuvo Armando, cuando éste posa junto a Yoko Ono, en una ceremonia a la que también acudieron Paul McCartney y Ringo Starr (ex integrantes de Los Beatles)
, comentó Tovalín.
El director de Canal 22, Pável Granados, prologuista del libro, recordó que las letras de Manzanero, cuyo repertorio asciende a poco más de 500 canciones, son reflexiones sobrias en torno al amor mezcladas con frases insistentes.
“En Te extraño, No sé tú y Parece que fue ayer, el músico recurre a las anáforas, inicios similares en los versos que desembocan en diferentes emociones. Su estilo interpretativo era el de los compositores que se comunican con su piano, que basan su canto en revelar la intención de la letra, en platicar con melodía.
“Su voz fue el reflejo de su musicalidad y suficientemente sugerente como para ser muy disfrutable en sus duetos y en sus grabaciones como solista. Su estilo al piano fue un trabajo personal que tomó como influencia los estilos de Bola de Nieve y Vicente Garrido.
“Trabajó con todo tipo de músicos y admiró a muchos jazzistas mexicanos. Tenía entre sus compositores favoritos a Luis Arcaraz, José Alfredo Jiménez, Ema Elena Valdelamar y Gonzalo Curiel. Como productor de Luis Miguel, provocó la revaloración de toda una época.
“Me dijo que la mujer era el tema de su música. Me contó que tuvo una pareja muy celosa, a la cual le dijo: ‘no puedes ser celosa de mí: soy el símbolo romántico de México’. Su obra está llena de vida y está dedicada por completo al amor, no tiene otro horizonte su lírica.”
Enrique Martín Briceño, también presidente de la Sociedad Artística Ricardo Palmerín, destacó el implacable virtuosismo del autor de Somos novios, pues éste se mantuvo vigente durante más de 60 años.
“Lo atribuyo a su formación en la escucha y la ejecución de trova yucateca y géneros hispanoamericanos –el bolero, en particular–, a su elección inicial del estilo del filin cubano, a su buen gusto, su experiencia inicial como cazatalentos y productor, y a su fino olfato para detectar los más sutiles cambios en el mercado y su colaboración con figuras más jóvenes.
Aunque en la actualidad parece que no le hace falta, no está de más darle una ayudadita a la posteridad de este cantante y compositor. Esperamos que los lectores disfruten del libro y encuentren en él un estímulo para acercarse a la obra de quien ha aportado tantas canciones a la banda sonora de nuestras vidas
, concluyó el investigador.
El libro Armando Manzanero se presentará el jueves a las 19:30 horas en el Palacio de la Música, en el Centro Nacional de la Música Mexicana, en Mérida, Yucatán, así como el 19 de octubre (a la misma hora) en el Centro Cultural Roberto Cantoral, en la Ciudad de México.
Con un costo de 600 pesos, el ejemplar se puede adquirir a través de la cuenta de Facebook de Enrique Martín Briceño ((bit.ly/45242MY).