Ciudad de México. La tala clandestina que se perpetra en los bosques de las alcaldías Tlalpan y Milpa Alta tiene tres destinos: la extracción de madera, la venta de tierras y el cambio de uso del suelo para cultivos, afirmó la titular de la Comisión de Recursos Naturales y Desarrollo Rural (Corenadr), Columba Jazmín López.
En entrevista con este diario, la funcionaria señaló que se habla del saqueo ilegal de madera, pero no de las otras causas, en las que los habitantes de las propias comunidades participan –incluso en años anteriores– con la complacencia de los representantes comunales.
En la sede de la Corenadr en Xochimilco, donde se almacenan cientos de trozas, tablones y polines, así como cerca de 200 vehículos decomisados en los operativos recientes, detalló que en el caso del Ajusco, donde se desmantelaron 45 aserraderos, se logró recuperar 300 hectáreas que ya estaban listas para hacer ranchos.
Hasta que hubo cambio de la representación pudimos entrar a hacer la restauración del bosque. Me reuní con todos, se trató de no generar un conflicto social, pero sí hubo mucha presión. Hoy dos de los grupos están incorporados como brigadistas y los demás se disolvieron
, refirió.
En la actualidad, consideró, se ha contenido la tala en el Ajusco, no así en Topilejo, donde los talamontes vienen del estado de México y de Morelos, y son más de 10 mil hectáreas las que requieren vigilancia, con la agravante de que en este núcleo agrario además de la venta de terrenos para asentamientos irregulares consienten el saqueo de madera para la agricultura.
Comentó que con los operativos en Huizilac bajó la intensidad, pero la batalla continúa, pues persiste esta práctica y no siempre se cuenta con el respaldo de las autoridades federales. Se detuvo a 106 personas, (pero) todas salieron. Me preguntaban si me constaba que el árbol estaba en la ciudad
, expresó.
Aseguró que en Milpa Alta la tala es menor y está focalizada; hay presencia de talamontes menores que son de las propias comunidades, como en San Lorenzo, San Pablo Oztotepec, San Salvador Cuauhtenco y Santana. En este último poblado, añadió, existen dos carbonerías activas, pero no es una actividad preponderante.
Estimó que se han afectado alrededor de mil hectáreas, pero con los apoyos y programas se ha logrado que la gente vuelva a relacionarse con el bosque. Se ha logrado sembrar 30 millones de plantas en un área equivalente a 21 veces Chapultepec. Estamos formando zonas de interconexión ecológica, comenzamos con 42 grupos agrarios y 10 fueron ya 100 por ciento reforestados
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