San Cristóbal de Las Casas, Chis. El sueño de Carlos Martínez Gordillo era construirle una casa a su mamá en su natal Ocosingo y por eso decidió emigrar a Estados Unidos, pero sólo logró edificar la barda porque su cadáver fue hallado el 16 de este mes un río de Glengood, Colorado.

Su hermano Romayro contó que Carlos, de 27 años y quien había cursado la carrera de leyes, emigró a Estados Unidos en agosto de 2022 y tuvo la suerte de cruzar sin mayores dificultades.

“Llegó a la ciudad de Denver, donde empezó a trabajar, pero su patrón le pedía que trabajara horas extra y como no le gustó, se mudó Glenwood, donde trabajó como mesero y cocinero. Después se empleó en una empresa de jardinería”, comentó.

Agregó que junto con varios amigos y compañeros el pasado 15 de septiembre, Carlos fue a una cena con Anabel, la encargada de la casa en la que rentaba un cuarto. “Se tomaron unas cervezas, convivieron y él empezó a bailar con una chava. A las 1:30 de la mañana la señora le pidió que se retiraran porque ese día viajaría, pero él le dijo que se quedaría”.

Agregó: “Desconocemos si fue asaltado o qué pasó. A mi mamá le avisó un oficial de la policía que habían encontrado el cadáver; dijo que el teléfono lo encontraron a la orilla del río donde hallaron el cuerpo. Anabel viajó el 16 y el 17 al medio día regresó a su casa; afuera encontró a un policía que buscaba a una persona que había reportado la desaparición” de mi hermano.

Manifestó que el agente le dijo a Anabel que “el cuerpo estaba en la morgue. Que recibieron una llamada el viernes 15, entre las 3:30 y y 4 de la mañana de una señorita que dijo que observó que Carlos se aventó al río, pero que no vio que saliera”.

Romayro señaló que “no le encuentro lógica, pues no pudo aventarse al río porque lo encontraron con zapatos y ropa, además de que dejó el teléfono a la orilla”.

Afirmó que al avisarles, “el policía dijo que encontró el teléfono y halló el contacto de “mamá Carmelita”, por lo que le marcó a mi mamá. Así nos enteramos de que mi hermano, que se supone salió de la fiesta de madrugada, estaba muerto”.

Dijo que hasta ahora no les han informado si el cuerpo de Carlos tiene señales de violencia, “pero él me dijo en un sueño que yo le revise el cuello porque tiene un golpe. Me dijo: ‘hermano, revísame el cuello, tengo un golpe’, pero es un sueño y como no lo puedo ver no puedo confirmarlo”, pero “sospechamos que pudo ser un homicidio”.

Relató que “el número de teléfono de una mujer que marcó a la policía a las 3 de la mañana para reportar su desaparición ya no está disponible. Está raro porque ya no contesta. Si lo vio y no tiene nada que esconder diría qué fue lo que pasó, pero ya se desconectó”.

Indicó que “la versión que nos han dado es que se ahogó porque se aventó al río. No encuentro una lógica de qué paso. Además, él sabía nadar”.

Después de cursar la carrera de leyes, Carlos trabajó un tiempo como secretario de un agente del Ministerio Público de la Fiscalía General del Estado con sede en Ocosingo y luego decidió trasladarse a Chetumal, Quintana Roo, donde dejó un niño de dos años, luego de separarse de su mujer.

“De ahí decidió irse a Estados Unidos porque las oportunidades de trabajo aquí son pocas. El me decía: ‘hermano, quiero ser grande, quiero escalar y poner mi bufete’. Por eso se fue para ganar dinero y hacer realidad sus sueños. Le decía a mi mamá: ‘quiero hacerte tu casa’, e incluso cuando ya estaba allá le mandaba dinero. Le decía: “¿te acuerdas que cuando era chiquito te decía que te iba a regalar muchos chicharrines?. Ahora, mamá, empieza a hacer tu casa’”, y le empezó a mandar dinero. Hizo una barda muy bonita. ‘Mamá, te estoy cumpliendo tus sueños’, le decía, ‘hazme una video llamada y enséñame como va’”, contó.

“Cuando le hablaba le decía: “Mamá, le voy a echar más ganas” y se aventaban 18 horas trabajando para mandarle dinero. “Creo que en diciembre te voy a entregar tu casa hecha y después voy a hacer lo mío”, pero sólo la barda quedó terminada”.

Romayro afirmó que a la tragedia tienen que sumarle ahora los 9 mil 200 dólares que les cobra la funeraria por repatriar el cadáver a Ocosingo, además de lo tardado que resulta hacer todos los trámites.

“Lo que queremos es que se agilice el traslado del cuerpo, por lo que la familia está solicitando el apoyo del gobierno de México para que nos ayuden en lo económico y en la realización de los trámites. Mi mamá está sufriendo mucho. La documentación ya la tiene el consulado, pero se necesita reunir el dinero para pagarle a la funeraria, la cual dice que los trámites tardan entre 20 y 25 días”, expresó.

Reiteró: “Lo que queremos es que su cuerpo ya llegue a Ocosingo y estamos pidiendo a la gente que nos apoye aunque sea con una moneda. A nadie le deseo esto, es muy feo, es mi hermanito, no duermo, me la paso diciéndole: ‘Carlitos, ¿por qué no me marcas?, ¿estás trabajando? Llevo tres días sin dormir y no me da hambre. Es muy feo y doloroso esto, nunca pensé pasar algo así. Es algo muy triste. Yo siento que algo le hicieron”.

Puso a disposición de quienes deseen ayudarles, la cuenta número 4169 1608 2703 3789, de BanCoppel, a su nombre: Amílcar Romayro Martínez Gordillo.