El cantante puertorriqueño Ricky Martin, acompañado de su banda y la Orquesta The House Beat, integrada por 50 músicos mexicanos, ofreció un concierto sinfónico en la Arena Ciudad de México, donde el público bailó, cantó, gritó y gozó.
La primera gran ovación de la noche que brindaron los 17 mil espectadores fue para los integrantes de la orquesta cuando éstos hicieron su entrada al escenario en compañía de su director, Mario Santos. En seguida se colocaron en los costados el baterista, guitarrista, tecladista y bajo del grupo habitual del cantante. Todo estaba listo para una noche memorable.
Y apareció Ricky Martin, con micrófono en mano. Comenzó a cantar Pégate y los gritos de las seguidoras y los seguidores del ex Menudo retumbaron en el coloso de Azcapotzalco.
Le siguieron temas como Volverás y Gracias por pensar, en una velada cuya intensidad no decayó un segundo. El intérprete boricua se dirigió a los presentes: muchas gracias, México, ¿cómo estás? Es una noche muy especial. Cada que estoy aquí me llevo cosas muy lindas, empezando por las miradas y las sonrisas, pero esta noche me siento más afortunado por estar rodeado de talento mexicano
.
En su rencuentro con el público mexicano, Martin prometió que entregaría el alma en el escenario y al final cumplió con pasión y energía en cada una de sus interpretaciones. Fue un concierto romántico y festivo, en el que los integrantes de la orquesta se sumaron al baile, provocado por varios temas del puertorriqueño.
Uno de los momentos especiales del recital fue cuando el cantante agradeció al público su apoyo por su postulación al Grammy Latino en la categoría de álbum del año por su disco Play. También expresó estar contento por el lanzamiento de su más reciente sencillo, una versión nueva de Fuego de noche, nieve de día, que canta junto a Christian Nodal. Para deleite de sus seguidores, interpretó ese tema mientras la voz e imagen de Nodal aprecieron en un video proyectado en una pantalla gigante del escenario.
Cuando el artista interpretó Asignatura pendiente destacó la intervención de la orquesta, porque en otras piezas el griterío del público opacaba la música. Algo similar ocurrió cuando se escuchó el arreglo sinfónico introductorio de Vuelve, que logró lo impensable: hinoptizar a los asistententes que guardaron silencio para disfrutar ese solo de la orquesta y ver a Martin haciendo gala de sus movimientos antes de cantar.
Todo el concierto fue una caricia al corazón de esos fieles seguidores del intérprete de El amor de mi vida, Te extraño, Con tu nombre, Disparo al corazón, María, Vente Pa’Ca y Mordidita.
Fue una gozadera, comentaron mujeres de todas las edades, pues ver y escuchar en vivo a Ricky es toda una experiencia
, sobre todo cuando interpreta Livin’ la vida loca y La copa de la vida, en las que nadie se quedó sin bailar. Violinistas, chelistas, trompetistas, saxofonista y percusionistas se contoneron desde sus lugares, algunos agitaron las manos cuando se escuchó el coro ¡Ale, ale, ale!
Para despedirse, el boricua agradeció a la orquesta y su director, Mario Santos, luego mencionó a su banda y de manera especial se refirió a su guitarrista y director musical David Cabrera. Ante la fuerte ovación del público, Ricky Martin preguntó ¿seguimos?
, y la voz de todos los asistentes se hizo una sola para gritar sí
y comenzaron a corear el encore: Tal vez y luego Tu recuerdo.
La gira Ricky Martin Sinfónico continuará hoy en Querétaro, el día 24 en León, Guanajuato, el 27 en Guadalajara y el 29 en Monterrey.