En el Atlético de San Luis ningún objetivo es menor a su nivel de confianza. Sin la inversión millonaria de otros clubes, pero con un plantel que ha aprendido a jugar de memoria, el equipo que dirige el brasileño Gustavo Leal alcanzó el primer lugar en la Liga Mx, a la espera del resto de partidos correspondientes a la jornada nueve.
Como una de las fuerzas emergentes del futbol local, los potosinos mostraron contundencia y sacrificio para vencer 3-2 al Mazatlán FC en el estadio Alfonso Lastras. Alejado por un momento de sus tareas en el medio campo, Javier Güemez avanzó varios metros hasta llegar al área rival y, sobre la media luna, remató al ángulo del portero Hugo González (18).
El dominio del Atleti era tan claro que los Cañoneros, muy predecibles en sus ataques por las bandas, fueron perdiendo el orden antes de irse al descanso. Eso lo aprovechó el brasileño Leonardo Bonatini para anticiparse en un tiro libre y desviar con la cabeza el tiro de Juan Manuel Sanabria (45), lo que valió el 2-0.
La misma superioridad de los locales hubo en el complemento. Vitinho hizo el tercero luego de entrar de cambio (67) y, pesar de que la noche seguía cuesta arriba, los sinaloenses lograron acercarse gracias al marfileño Aké Loba (72), quien con su velocidad no falló en el contragolpe.
Cuando el resultado estaba prácticamente en la bolsa, San Luis cayó en la trampa de los excesos de confianza y sufrió el 3-2 con el doblete de Aké Loba (87). Si bien los tres puntos quedaron en casa, aquello dejó un sabor amargo en los aficionados luego de más de 70 minutos de dominio a su rival.
Bravos tropieza en casa
En Ciudad Juárez, los Bravos fueron sorprendidos por el Atlas y tropezaron 2-1, dejando escapar su regreso a la punta de la clasificación.
Jordy Caicedo (3) y Jaziel Ismael Martínez (52) consiguieron las anotaciones de los rojinegros mientras Avilés Hurtado, desde el manchón penal (69), hizo la diferencia.
Los fronterizos acumulaban cuatro encuentros sin derrota en casa desde el inicio del torneo (dos empates y dos victorias), una cosecha que los ubicaba hasta ayer entre los cuatro anfitriones invictos.