La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) declaró como Patrimonio Mundial de la Humanidad al Museo del ex Centro Clandestino de Detención que funcionó en la ex Escuela de Mecánica de la Armada (Esma) durante la pasada dictadura militar (1976-1983), en momentos claves cuando sectores de ultraderecha impulsan una campaña negacionista, que reivindica el terrorismo de Estado que dejó miles de asesinados y 30 mil desaparecidos en este país.
Concebido como un espacio para la memoria, la Esma, que fue entregada a los organismos de derechos humanos, Madres y Abuelas de Plaza de Mayo, hijos y familiares de desaparecidos por el ex presidente Néstor Kirchner (2003-2007) en un memorable 24 de marzo de 2004, cuando se realizó ahí un acto masivo, donde hizo el anuncio además de pedir perdón en nombre del Estado a las víctimas.
La Esma fue el mayor centro clandestino por donde pasaron miles de secuestrados y desaparecidos, en cuya “maternidad” clandestina nacieron niños de los más de 400 arrancados a sus madres antes de desaparecerlas y entregados a familias de militares, policías y familias cercanas.
Con la llegada de Kirchner al gobierno en 2003, después de la crisis más grave que atravesó el país en diciembre de 2001 y sus consecuencias, la situación cambió y renació la lucha por la recuperación de la memoria, aunque ya en 1985 comenzaron los juicios contra los responsables de crímenes de lesa humanidad, que hasta hoy continúan, manteniendo en prisión a los ya condenados por los tribunales.
Por todo lo vivido en el país resultó más que conmovedor, un aliento para los familiares de las víctimas y la lucha por memoria, verdad y justicia en que están empeñados los organismos de derechos humanos, mientras han regresado las amenazas, que ya comenzaron a expresarse cuando el ex presidente derechista Mauricio Macri consideró el tema de derechos humanos como un “curro”, algo así como un negocio sucio.
Coincidió la declaración de Patrimonio Mundial de la Humanidad a la Esma con la llegada al país, de la genetista estadunidense Mary Claire King, quien encontró el método (abuelidad) para que se pudiera comparar el ADN de Abuelas y nietos, por pedido de la presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto en los 80, lo que permitiría establecer el parentesco, ya que sus madres y padres estaban desaparecidos.