Guatemala. Miles de indígenas y campesinos se unieron ayer a la convocatoria del presidente electo Bernardo Arévalo, quien pidió defender en las calles la democracia y los votos de quienes lo eligieron para gobernar el país centroamericano por los próximos cuatro años.
En este contexto, Arévalo presentó a la justicia un pedido de destitución de la fiscal general, Consuelo Porras, a quien acusa de orquestar un golpe de Estado
para evitar su toma de posesión en enero, en momentos en que el Ministerio Público lleva a cabo una ofensiva contra la elección, el tribunal que lo declaró ganador, el partido que lo llevó a la presidencia (Semilla) y el mismo mandatario electo.
El ganador de los comicios presentó la medida contra Porras en la Corte Suprema de Justicia para pedirle que frene las acciones judiciales que ponen en riesgo la democracia, mientras en las calles se concentraban ciudadanos que pedían la renuncia de la funcionaria.
Afuera de la Corte miles de inconformes abarrotaron la Plaza de los Derechos Humanos en apoyo al presidente electo. Vistiendo un chaleco antibalas, Arévalo manifestó que con su acción pretendía defender la democracia
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Karim Herrera, vicepresidenta electa, agradeció a la población él acompañamiento. Arévalo también reconoció a sus simpatizantes por no rendirse frente a los corruptos que no cesan en su intento de no soltar el poder
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El cardenal Álvaro Ramazzini informó que la próxima semana viajará a Roma y hablará con el papa Francisco para conversar sobre Guatemala y su gente.
Los manifestantes, convocados por organizaciones indígenas y campesinas, partieron de la sede de la Cámara de la Industria, que congrega a empresarios que apoyan la gestión de Porras.
Aleisar Arana, miembro del Parlamento Xinca, dijo vía telefónica a la agencia noticiosa Ap que la marcha busca frenar el golpe de Estado
, y la renuncia de los fiscales Rafael Curruchiche y Cinthia Monterroso, así como del juez Fredy Orellana, quienes investigan al Movimiento Semilla.
El presidente electo Bernardo Arévalo rodeado de seguidores ayer, afuera de la Suprema Corte de Guatemala. Foto Ap
Los manifestantes, que llegaron desde varios departamentos del país portando carteles en alusión a Porras y los otros funcionarios, sostuvieron que la protesta seguirá hasta que los aludidos renuncien.
La semana pasada la fiscalía realizó allanamientos a la sede del Tribunal Supremo Electoral (TSE) tras la denuncia de un ciudadano, dijo Curruchiche.
El Consejo Permanente de la Organización de Estados Americanos (OEA) también escuchó el informe de su secretario general, Luis Almagro, después de una visita al país, quien detalló cómo la fiscalía intenta socavar el proceso electoral con acciones judiciales.
Apuntó que, con sus acciones, la fiscalía y el juez que conducen la investigación penal contra Semilla lo que hacen es burlar la voluntad popular
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Almagro recalcó que la criminalización de un partido político no tiene ningún sustento
en el ordenamiento jurídico guatemalteco.
El funcionario también pidió, tanto al mandatario saliente como al presidente electo, retomar las discusiones de transición, suspendidas por Arévalo hasta que haya condiciones que pongan fin a la intimidación judicial.
Los actos de Curruchiche generan muestras de rechazo internacional y cada día crece el repudio. La Cámara de Comercio de Guatemala manifestó ayer que fue la voluntad popular expresada en las urnas la que concluyó con la elección
de Arévalo y que no podemos, bajo engaños irreverentes, seguir permitiendo la manipulación absurda de nuestra democracia
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