Ciudad de México. Mario ataca al futuro inmediato y advierte: Yo sí sé cómo gobernar la ciudad, tengo la experiencia en áreas fundamentales, y sé que no sólo hay que ganar la elección, sino hay que saber gobernar la ciudad
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Sin quitar la vista de su más grande deseo, convertirse en jefe de Gobierno de la CDMX, Delgado mira hacia la salida de emergencia, con cierta tranquilidad: seguir al mando de Morena.
–Usted, como presidente del partido, ¿se vengó de Marcelo Ebrard por lo que pasó hace algunos años cuando también quería ser candidato a la jefatura de Gobierno de la ciudad?
–No, no acostumbro tener ese tipo de sentimientos ni de actitudes. Yo sé cómo es la política y en aquel momento no se dio y no pasó nada, al contrario, yo creo que ha sido una de las grandes lecciones en mi vida y creo que he llegado hasta donde estoy gracias a que supe entender ese proceso y, sobre todo, aprender del mismo.
–Usted era una de las personas más cercanas a Marcelo Ebrard…
–Sí, y por lo mismo él me conoce y sabe que yo sería incapaz de hacer algo indebido, y por supuesto nada en contra de él. Yo fui totalmente imparcial en este proceso porque era mi responsabilidad como presidente del partido, y es un partido que viene de un movimiento que encabeza nuestro Presidente, Andrés Manuel López Obrador, entonces yo no tengo márgenes para andar haciendo cosas a espaldas de la militancia. Camino siempre de frente, con mucha trasparencia y con mucha honestidad.
–No se trata de ganar la elección, se trata de saber gobernar, usted ¿por qué quiere gobernar la Ciudad de México?
–Yo podría gobernar esta ciudad porque me parece que he tenido la experiencia en áreas fundamentales: la seguridad, las finanzas y la educación, y creo que esa experiencia me puede servir para hacer un buen gobierno. Coincido contigo en que no sólo hay que ganar la elección, sino hay que saber gobernar la ciudad, porque ésa es una contribución, también, a la gobernabilidad del país y eso no se puede improvisar, eso es algo que tienes en tu formación o no.
“Ya tuvimos la experiencia, por ejemplo, de Mancera, que tuvo un gobierno desastroso, incluso en el área donde se supone que era su fuerte, y fue ahí donde más retrocesos tuvimos, el caso de la seguridad.
La ciudad debe continuar por el camino que ha marcado la doctora Claudia Sheinbaum, que es coincidente con el proyecto del presidente López Obrador. Sí, la ciudad tiene que seguir con un gobierno austero, combatiendo la corrupción, dando preferencia a la inversión en la gente, es decir, aquí no sólo se tienen los programas federales de adultos mayores, de discapacidad, de becas a los niños, las niñas, los jóvenes, hay programas sociales muy importantes, como la beca para empezar, que no está en los programas federales.
–¿Y como ve a la oposición?
–Pues, si hubiera… así como se desinfló a nivel nacional, estaría desinflada en la ciudad. La oposición ve a la ciudad como un gran negocio inmobiliario. Sí, prácticamente todos los gobiernos de oposición están marcados por la corrupción en el tema inmobiliario.
“Ahí está la señora Xóchitl Gálvez, que innovó la forma del moche, es decir, autorizó desarrollos y estos desarrollos contrataban a sus empresas, las de ella, para darles servicios, y en el caso de sus compañeros de la Benito Juárez, ésos era más descarados, el moche era quedarse con departamentos en los edificios donde autorizaban pisos de más. Es decir, la ciudad representa para ellos un negocio inmobiliario, nada más.”
–Déjeme abordar una inquietud. Tuve la oportunidad de entrevistar a tres aspirantes a la candidatura a la Presidencia y les pregunté qué significaba para ellos la 4T y las versiones no fueron precisamente coincidentes. Para usted, como presidente del partido, ¿qué significa la 4T?
–Para mí la definición que más me gusta es la que dice el Presidente: es el cambio de mentalidad del pueblo, la revolución de las conciencias, el hecho de que el pueblo tome en sus manos el destino del país, cosa que hizo desde julio de 2018.
“Por eso, esa polarización que existe es en realidad una politización, donde el pueblo es el gran protagonista de nuestros tiempos y donde hay un proceso de democratización en el que cada vez más decisiones se ponen en manos del pueblo, por eso la relevancia de nuestro proceso interno, porque Morena se reafirma como un instrumento de la lucha del pueblo, al dejar la decisión más importante para este movimiento en manos de la gente.
“Entonces, para mí la transformación es la que ocurre acá –señala con el índice su cabeza–, en la mentalidad de la gente, porque eso es lo que vuelve irreversible este proceso transformador, eso es lo que no va a permitir que el gobierno se convierta en un hecho aislado en la historia del país, sino que efectivamente sea un punto de inflexión donde la gente no permita que regresen la corrupción, los abusos, al saqueo al que lo sometieron los gobiernos neoliberales.”
–Cuando se habló de la posibilidad de que Mario Delgado se convirtiera en un aspirante oficial a la candidatura por la CDMX, se dijo que más que un hombre con propuestas era un pretendiente sólo con respuestas, con contrataques nada más, es decir, que sólo está para batear los ataques de la oposición, ¿es cierto?
–No sé si voy a ser candidato –hay que ganar la encuesta–, pero de cualquier manera, desde nuestra posición como dirigente del partido, no sólo vamos a seguir contestando, porque hay muchas noticias y campañas negras, sino vamos a continuar comunicando el proyecto de país que tiene el presidente López Obrador y ahora liderado por Claudia Sheinbaum.
–Y bueno, ahora regresa a la ciudad y arma algo muy parecido a una campaña a su favor, sólo que la llaman credencialización, pero se trata de asambleas nutridas de militancia para que se le recuerde, se le conozca. ¿No le parece que esto es una acción muy ventajosa frente a los otros que buscan la precandidatura?
–Después de lo que pasó en 2021, el partido necesitaba un proceso de organización diferente y decidimos utilizar la estrategia de la credencialización, sobre todo porque genera identidad a nuestra militancia.
“Se trata de un proceso completamente descentralizado, donde todos los liderazgos tienen la oportunidad de salir y entregar la credencial, porque lo que queremos es que identifiquemos por lo menos a un millón de simpatizantes antes del proceso electoral, para poder asegurar por lo menos 4 millones de votos en 2024.
Entonces no se trata de un esfuerzo personal, es algo que hicimos con la dirigencia de la ciudad y es una apuesta por recuperar lo que perdimos en 2021. Va a beneficiar a todos, no a mí y no es algo que sea dirigido.
Mario Delgado va a efectuar un máximo de 50 asambleas en las que se credencializará a nuevas militancias y en las cuales tendrá la oportunidad de hacer valer su experiencia como servidor público en su paso por el gobierno de la ciudad, aunque se le critica la forma, calificada como estrategia, que para muchos sólo es una plataforma de propaganda a su favor y a partir de ahí la pregunta:
–¿Se va a meter a la encuesta para medirse y estar cierto de lo que piensa la gente de su trabajo?
–Vamos a ver qué finalmente… vamos a ver si hay condiciones para ello y qué conviene más, que participe para la ciudad o que me quede en la dirección del movimiento, porque acá –la presidencia de Morena–, no nos ha ido mal, hemos ganado 17 gubernaturas, reorganizado nuestro partido, y si eso genera algún tipo de incertidumbre, prefiero que avancemos en la ciudad y en todo el país que se asegure la continuidad.
–¿No piensa usted que para generar condiciones de igualdad debería renunciar ya a la presidencia de Morena?
–Sí, no sería legítimo participar en la encuesta siendo dirigente.
–Entonces, ¿cuándo renuncia?
–La convocatoria saldrá mañana (hoy) lunes 18 y las inscripciones serán el 25 y 26, y ahí tomaremos la decisión. Estoy muy consciente del encargo que tengo en Morena y no me voy, no me voy a ir simplemente por una aspiración personal, aquí se trata de lo que más convenga al movimiento.
Aquí no hay engaños, todos los días está cambiando el escenario a partir de decisiones que han venido tomando otros actores, y vamos a ver más todavía, por ejemplo, hace no mucho Rosa Icela declinó participar (ella nunca lo ha dicho así), Ariadna Montiel declinó, Martí Batres se convirtió en jefe de Gobierno, Ricardo Monreal declinó hace apenas unos días, ahora Cuauhtémoc Blanco quiere participar, en fin, todos los días cambia el escenario, por eso esperamos la convocatoria, para tomar una decisión de manera muy fría. Qué es lo que más conviene y qué opinión tiene la doctora Sheinbaum, que ahora es nuestra dirigente
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–¿Cómo, es ella la que va a decidir?
–No va a decidir, pero sí es importante su opinión.
Yo sé cómo gobernar la ciudad y eso lo pongo ahí, sobre la mesa.