Ciudad de México. Es urgente que el gobierno federal intervenga para evitar el cierre definitivo de Altos Hornos de México (AHMSA), porque hay riesgo de un conflicto social de consecuencias inesperadas, dado que se perderán 20 mil empleos directos y 100 mil indirectos en Monclova y otras localidades de Coahuila, donde operan las plantas y las minas del Grupo Acerero del Norte, que el empresario Alonso Ancira llevó a la quiebra, advirtió el dirigente nacional del sindicato minero, Napoleón Gómez Urrutia.

En entrevista con La Jornada, expuso que AHMSA era una de las principales siderúrgicas del país, hasta que el ex presidente Carlos Salinas de Gortari decidió privatizarla y entregarla casi regalada a Ancira, quien sólo se dedicó a saquearla, explotar a los trabajadores y ahora, ya con la empresa cerrada y él refugiado en Estados Unidos, se niega a entregar las acciones de la misma, lo que ha complicado buscar nuevos inversionistas.

La situación es muy difícil, recalcó el senador de Morena, porque los trabajadores, tanto de las dos plantas de AHMSA como de las minas Hércules y La Perla, desde diciembre pasado ya no recibieron ni salario ni prestaciones, y su fondo de ahorro les fue robado por el sindicato blanco que creó Ancira, quien a través de sus golpeadores se ha dedicado a presionarlos para que abandonen las instalaciones.

Su plan es recuperar los equipos, la maquinaria, todo lo que tenga valor, porque ya no tiene ningún interés en operar la empresa, a la que pretende dejar como chatarra.

Actitud criminal

Al empresario, que estuvo preso por el fraude a Pemex en la venta de la empresa Agronitrogenados, no le importa AHMSA y menos los trabajadores, y ha llegado al extremo de suspender el servicio de electricidad y agua a los mineros de Hércules. Es una actitud criminal, porque es un pueblo que depende por completo de la mina productora de fierro, que se ubica en una zona semidesértica, donde las temperaturas son muy altas.

Los pocos víveres que tenían se les echaron a perder por la falta de refrigeración y toda la actividad está paralizada. Los mineros y sus familias están padeciendo mucho y ni el gobernador, que ya va de salida, Miguel Ángel Riquelme, ni las autoridades municipales hacen nada.

Desde que se fundó AHMSA, en 1943, sus trabajadores se afiliaron al sindicato minero, y seguimos siendo los titulares del contrato colectivo, pero en 2009, con el respaldo de la administración de Felipe Calderón y el gobierno estatal, Ancira creó un sindicato patronal, que permitió todo tipo de abusos.

No les entregaban utilidades, trabajaban bajo condiciones laborales de riesgo, con accidente frecuentes y ahora, sin piedad, los dejan en la calle.

El problema se originó con Salinas de Gortari, quien decidió rematar las más de mil 100 empresas minerometalúrgicas del Estado a amigos y políticos afines. Bajo ese esquema se vendió AHMSA al grupo de Ancira y Autrey en 125 millones de dólares, pese a que su valor real era superior a 2 mil millones de dólares. Además, se la entregaron con inventarios acumulados, que los nuevos dueños vendieron y con los que pagaron el costo de la empresa.

El senador Gómez Urrutia destacó que las consecuencias de esa política de saqueo de propiedades de la nación están a la vista. Como casi le salió gratis, a Ancira poco le importa la siderúrgica.

Expuso que durante la reunión que el grupo de Morena en el Senado mantuvo con el secretario de Hacienda, Rogelio Ramírez de la O, el pasado 31 de agosto, el funcionario les comentó que Ancira mantiene 100 por ciento de las acciones de Grupo Acerero del Norte, no quiere entregarlas ni renunciar a la empresa, insiste en que es suya. Esto complica mucho cualquier negociación con un inversionista o grupo de inversionistas que pudieran, aun de manera reducida, reiniciar operaciones en AHMSA.

El sindicato minero, recalcó, les ha dado todo su apoyo y solidaridad a los trabajadores, se ha iniciado una campaña en todas las secciones del país para reunir una aportación económica y también les hemos ofrecido respaldo jurídico y gestiones ante las autoridades laborales y de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), a fin de que les reinstalen la luz en Hércules.

Sin embargo, destacó, lo fundamental es que el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador intervenga. Que le quiten la concesión o, por lo menos, dentro del concurso mercantil que está en marcha, que actúen sobre los bienes, las cuentas y propiedades de Grupo Acerero del Norte. No es posible que siga insistiendo desde su mansión en San Antonio, Texas, en que es el dueño de la empresa, no merece ninguna consideración.

El gobierno federal, dijo, debe intervenir antes de que la crisis social explote en la región. Los trabajadores de AHMSA, que son altamente calificados, han tenido que salir a botear a la calle, a pedir el apoyo de la ciudadanía. Están desesperados por la falta de empleo y con mucha rabia por la impunidad de Ancira.

El desempleo no sólo afecta a quienes trabajan en las plantas y minas, sino también a cerca de 400 pequeñas y medianas empresas proveedoras del consorcio acerero, a comunidades completas como Hércules y La Perla. Esperamos que el gobierno de la 4T encuentre una salida pronto para que AHMSA no cierre y, en lo inmediato, para que se mantengan los servicios básicos a los trabajadores, se busque liquidar lo que se les debe y cese el hostigamiento en su contra.