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Desde el otro lado

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El presidente Joe Biden y su hijo Hunter Biden, quien es acusado de posesión de armas, a su llegada a Fort McNair, en Washington, el 25 de junio de 2023. Foto Ap
18 de septiembre de 2023 10:15

Ciudad de México. En su ardor por atacar a Joseph Biden, el Partido Republicano está jugando una carta que le pudiera salir muy cara. La fracción de ultraderecha de sus legisladores decidió iniciar un juicio para defenestrar al presidente por una supuesta confabulación para favorecer a su hijo, Hunter Biden, en sus negocios con algunas compañías extranjeras.

Sin ninguna prueba que avale el juicio, los legisladores que integran el freedom caucus, una de las fracciones dentro de la mayoría republicana en la Cámara de Representantes, iniciaron una aventura que tendría consecuencias incluso para su pastor y candidato epónimo: Donald Trump. Para nadie está claro qué pretenden los denunciantes y, tal vez, para ellos tampoco. Si se trata de poner a Biden en la misma tesitura delincuencial de Trump, con miras a ganar adeptos en las elecciones primarias para elegir candidato a la presidencia, es un camino, además de sinuoso, llenó de escollos y sin ninguna salida clara.

Desde hace más de dos años, los más conspicuos enemigos del presidente en el congreso iniciaron una investigación sobre las finanzas de Hunter Biden. Hasta hoy, no han podido encontrar elementos que justificaran su demanda. En este contexto llama un poco a risa que uno de los integrantes de esa fracción declarara que el juicio iniciado era para “ver qué encontramos”. En otras palabras, “no tenemos pruebas de ningún delito, acusamos e iniciamos un juicio sin pruebas, pero qué tal si encontramos algo!. O lo que sería peor aún, que inventaran uno. Pretender comparar los latrocinios de Trump y familia con las actividades financieras de Biden hijo es un despropósito mayúsculo, porque su padre no era presidente cuando esos negocios se llevaron a cabo. Deberían de pensarlo dos veces, ya que no se puede descartar que en una derivación de esta bufonada se acusara a la familia de Trump por su activismo mercantil y financiero al amparo de la investidura presidencial, cuestión sobre la que sí hay pruebas evidentes y suficientes.

Es factible que la duda expresada por varios republicanos en torno a la prudencia del juicio empiece a marcar una línea entre la política irresponsable de la ultraderecha del partido y la menos agresiva y más civilizada de su sector más moderado. Aunque se ve difícil que en las elecciones primarias Trump pierda la ventaja que ya tiene sobre sus compañeros, el efecto de este despropósito se reflejaría en abstencionismo de muchos republicanos y en un rechazo a votar por él en la elección general.

 

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