Ciudad de México. Ante la violencia que se presenta entre los jóvenes, la Arquidiócesis Primada de México se preguntó “¿qué podemos esperar cuando escuchamos de nuestras máximas autoridades de gobierno una constante violencia verbal hacia quienes ejercen su misma vocación? Ellos deberían ser un ejemplo de respeto y tolerancia, para mostrar a sus gobernados que la política es un verdadero servicio encaminado al bien de la familia humana, por encima de cualquier animadversión”.
Hoy la violencia es sinónimo de poder y de admiración, algo de lo que los jóvenes están deseosos ante el gran vacío que experimentan en su interior, señaló la Iglesia Católica ante la divulgación de videos donde ejercen la violencia. Señaló que no se puede esperar que el cambio total venga desde las autoridades, las familias deben tener muy claro que el futuro del país se construye desde nuestros niños y jóvenes.
En el editorial del semanario Desde la fe dijo que “debemos enseñar a nuestros jóvenes que el mal sólo se termina con la abundancia del bien, y que cada decisión que tomen tiene una consecuencia, buena o mala, para su vida”.
Apuntó que la última semana se hicieron virales algunos videos de peleas sumamente violentas entre jóvenes y al menos en dos casos, las víctimas terminaron hospitalizadas por la gravedad de las lesiones ocasionadas por los golpes propinados, incluso con bates de béisbol. “Lamentablemente, la violencia se ha normalizado hasta convertirse en parte de la vida cotidiana de nuestros jóvenes”, indicó.
Consideró que “el fenómeno tiene una causa multifactorial, que va desde una severa desatención por parte de los padres de familia, hasta la exposición continua a contenidos violentos, la pérdida de los valores fundamentales o el deseo de pertenencia o de protagonismo en redes sociales. Es una dolorosa realidad en la que todos hemos colaborado, quizás sin percatarnos”.