La Unión Europea sigue buscando acuerdos con países para que detengan a los migrantes, sin importar las condiciones bajo las cuales acogen a esas personas. Un caso reciente es con Túnez, país que se ha visto completamente rebasado por la realidad migratoria; lo mismo han pactado con Turquía o el atroz trato que reciben los refugiados en Libia a partir de un muy controvertido acuerdo con Italia. Habría que preguntarse si la estrategia correcta es la contención ya que, a pesar de todos estos horrores, los movimientos migratorios siguen sin pausa enfrentando tragedias sin fin ante la decisión de los países ricos de cerrarles la entrada.
Los últimos acontecimientos muestran la llegada de miles de migrantes. Se habla de 10 mil en los últimos días, a la isla italiana de Lampedusa, y las enormes dificultades que la propia Cruz Roja Internacional enfrenta simplemente para dar alimentos y agua a todas estas personas. Sin embargo, la comunidad internacional sigue tratando de gestionar los flujos migratorios a partir de acuerdos, de convenios con países que estén dispuestos a convertirse en terceros países seguros
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Así siguen las tragedias de miles y miles de seres humanos, sin preguntarse cuáles, son las causas de tanta tragedia. ¿Por qué, a pesar de que se han alcanzado avances extraordinarios, como nunca antes en la historia de la humanidad a partir de la revolución del conocimiento, de las innovaciones tecnológicas, la informática, robótica, inteligencia artificial, no se ha logrado desterrar el hambre del planeta ni las epidemias ni las miles de muertes infantiles y más de las dos terceras partes del planeta siguen sumidas en el subdesarrollo? ¿Cómo es posible que se siga priorizando y dedicando adelantos tecnológicos, recursos y millones de dólares para una industria militar que, simplemente por esas razones, requiere conflictos sin fin derrochando una enormidad de recursos para la destrucción en detrimento del desarrollo, el bienestar, la salud, la educación y la lucha contra los efectos del cambio climático?
Níger es uno más de los muchos casos que llama a la reflexión justamente sobre este tema. Es un país que tiene importantes recursos estratégicos, oro, petróleo, fosfato y, sobre todo uranio, que lo convierte en el séptimo país con reservas mundiales de ese importante recurso. Resulta que Francia, dominó y domina la región del Sahel y por tanto Níger, y es el principal comprador de este importante recurso, lo que le permite electrificar a su país en casi dos terceras partes. Sin embargo, debido a las condiciones de explotación neocoloniales que aplica, el país dueño de los recursos estratégicos es el más pobre de África, con trabajadores mineros en condiciones dantescas, niños menores de 14 años laborando en esas minas y bajo los efectos de la radiación.
Irónicamente, al mismo tiempo, Francia se posiciona como el gran ambientalista, pero Níger vive una catástrofe ecológica justamente cerca de las zonas donde se extrae el uranio. Como se ha documentado, los militares decidieron dar un golpe de Estado y Francia está furiosa, y hasta piensa declararles la guerra porque, hipócritamente señala que hay que recuperar la democracia
cuando el presidente destituido Mohamed Bazoum es el heredero de una familia que lleva 50 años gobernando y, por supuesto, aliado de los colonialistas franceses. Si se resuelve este conflicto a favor de Francia apoyado por otros países colonialistas, y de aquellos que están al servicio de esas élites, bajo la supuesta proclama de volver a la democracia
, Níger sería una muestra más de expulsión de migrantes, recibiendo como respuesta la contención por parte de, precisamente, de los mismos que la provocan.
Los pactos para una migración regular, ordenada y legal
no tienen la más mínima efectividad al no poner en la ecuación a las élites mundiales, imponiendo sus intereses en detrimento de los derechos humanos de las mayorías.
Quizás el Consejo de Derechos Humanos, creado por la Asamblea General en 2006 y compuesto por 47 estados miembros, responsable de la promoción y protección de todos los derechos humanos en el mundo, y establecido para hacer frente a situaciones de violaciones de los derechos humanos y para formular recomendaciones
, debería tomar a su cargo a todos los migrantes forzados del mundo.