El 19.7 por ciento de las empresas del país, es decir, casi una de cada cinco, reporta un impacto positivo por el fenómeno del “nearshoring”, es decir, la relocalización de las cadenas de valor, y por la fortalece de la demanda del país, reveló este jueves un reporte del Banco de México (BdeM).
Al presentar el “Reporte sobre las economías regionales abril-junio 2023”, Alejandrina Salcedo, directora de investigación económica del banco central indicó que la relocalización ya es una realidad en México; además de que la opinión de los empresarios refleja que el proceso ha continuado beneficiando a los negocios del país.
El reporte del BdeM también indica que el 9.3 por ciento de las compañías a nivel nacional informó de un aumento en la producción, venta o inversión por la reubicación de las cadenas de valor de otros países a México, es decir, en 1 de cada 10 empresas ya se observa de forma cuantificable el impacto del “nearshoring”.
En tanto, en el rubro de las manufacturas, el 14.9 por ciento de las compañías señaló que tuvo un incremento en su inversión planeada; mientras que el 11.9 por ciento dijo que lo tuvo en inversión para ampliar la capacidad, el 11.8 en el valor de ventas pactadas con empresas extranjeras, el 11.6 en la producción u operación y el 9.7 por ciento señaló haber aumentado la inversión en número de trabajadores.
Según el BdeM, han sido diversos los factores que han incentivado una reconfiguración de las cadenas globales de producción, lo que podría favorecer a México a través de la reubicación de la producción hacia el país.
Sin embargo, advirtió que para aprovechar las oportunidades que representa el proceso de relocalización, y ante los riesgos que enfrentan las economías regionales, especialmente el de una mayor desaceleración externa, es importante continuar fortaleciendo las fuentes internas de crecimiento y generar condiciones que propicien la inversión.
Economía resiliente
En su informe el banco central indicó que durante el segundo trimestre de 2023 la actividad económica en México se mantuvo resiliente y se expandió a un ritmo similar al del trimestre previo. Esta resiliencia, apuntó, se puede asociar con el buen comportamiento del gasto interno en general.
En este contexto, dice el documento, se estima que durante el segundo trimestre de 2023 la actividad económica haya continuado expandiéndose en las regiones centrales y el sur. Por su parte, se prevé que el norte registre un nivel de actividad similar al del trimestre anterior.
Al desempeño positivo de las regiones centrales y sur se anticipa que hayan contribuido algunas actividades terciarias, como el comercio. Además, en el centro y sur también se habría observado una contribución positiva de las manufacturas y del gasto en construcción, así como, en esta última región, de la minería y de la producción agropecuaria.
Por su parte, el estancamiento de la actividad en el norte estaría asociado con la evolución negativa de las manufacturas, la minería y el turismo, que habría sido compensada por incrementos en el comercio, la construcción y el sector agropecuario.