Bogotá. Colombia se mantiene como el país del mundo donde más hoja de coca se cultiva y más cocaína se produce, de acuerdo con el informe del Sistema Integrado de Monitoreo de Cultivos Ilícitos de Naciones Unidas (Simci), divulgado hoy en esta capital.

Según las cifras exhibidas por el organismo internacional, en 2022 el país pasó de 204 mil hectáreas a 230 mil hectáreas de hoja de coca cultivadas, con un potencial de producción de cocaína de 1.718 toneladas.

El 65 por ciento de la superficie dedicada al cultivo de esta planta se ubica en regiones de la periferia profunda, fronterizas con Venezuela y Ecuador, donde se facilitan la recolección, la conversión de la hoja en pasta y luego en clorhidrato de cocaína.

En el caso de los cultivos situados en los departamentos de Nariño y Putumayo, al sur del país, la cocaína sale de allí por las autopistas fluviales de la amazonía y de los puertos sobre el océano Pacífico, para abastecer unos insaciables mercados internacionales, especialmente de Estados Unidos y Europa, donde el consumo también sigue al alza.

Tras advertir que la foto revelada por Naciones Unidas no corresponde con exactitud al momento actual, sino que es una medición de 2020 a 2022, Estefanía Ciro, experta en temas de drogas y narcotrafico, dijo a La Jornada que lo más novedoso de este informe es la ubicación que hace de 15 enclaves territoriales “donde se ha logrado un alto grado de sofisticación y productividad que hacen mucho más eficiente la elaboración de la cocaína”.

Ciro atribuyó al prohibicionismo los altos estándares de productividad que hoy se logran en estos encalves, donde operan armónicamente, autoridades corruptas, grupos armados irregulares y gamonales locales.

La investigadora social mostró preocupación por los datos que arroja el informe respecto a la expansión de cultivos de coca en las cuencas de los rios Amazonas y Putumayo pues -dijo- “esto podría conducir a la narcotización de la política ambiental en la Amazonía con todas las secuelas de intervención que ello conlleva”.