Oaxaca, Oax. Los maestros Abraham Torres, del taller de litografía, y Oswaldo Ramírez, del taller de grabado, fueron despedidos del Taller de Artes Plásticas Rufino Tamayo, dependiente de la Secretaría de las Culturas y Artes de Oaxaca, en represalia por encabezar una serie de exigencias a la administración del titular de la dependencia, Víctor Vásquez Castillejos.
El problema comenzó desde principios de este año, principalmente por el retraso en los pagos. A partir de ese momento, los dos talleristas comenzaron a destacar pidiendo respeto a su trabajo y a sus derechos, defendiendo a sus compañeros y exigiendo que se les pagaran sus salarios. Además, denunciaron anomalías que se arrastraban desde las administraciones estatales anteriores, con la intención de mejorar el trabajo.
Trabajadores del Taller de Artes Plásticas presentaron un pliego de demandas que incluye incrementos salariales, pues los maestros permanentes tienen un salario de 6 mil 500 pesos mensuales, mientras que los comunitarios y los infantiles y juveniles reciben sueldos mensuales de 3 mil 200 pesos.
Igualmente solicitaron que se doten materiales a los talleres, y la reducción de las cuotas solicitadas a los alumnos, que en este gobierno se incrementaron en 140 pesos, para dar un total de 700 pesos por estudiante.
Sin embargo, entonces comenzó la división entre los trabajadores, lo que autoridades lograron ofreciendo contratos anuales a los empleados, mientras que a Abraham y a Oswaldo les entregaron un último contrato por dos meses a mediados de agosto anterior. Dos días después se les notificaron de manera verbal sus destituciones, sin que se les entregara ningún documento.
Los instructores buscaron un acercamiento y los talleristas, apoyados por alumnos, sostuvieron reuniones con Flavio Sosa Villavicencio, jefe del Gabinete, quien se comprometió a que fueran reincorporados a sus trabajos, y les aseguró que el gobernador Salomón Jara ya estaba al tanto, por lo que el conflicto se resolvería rápidamente y sin problemas, cosa que no ocurrió, pues se opuso el secretario de Cultura, Vásquez Castillejos.
Los inconformes añadieron que en al menos tres ocasiones, Sosa Villavicencio pactó reuniones entre Víctor Vásquez, profesores y alumnos, para acercar posturas y resolver la situación, pero el funcionario nunca se presentó.
Mencionaron que no obstante el aumento a las cuotas mensuales, no se incrementó el salario de los docentes, tampoco se ha dotado de material necesario para los distintos talleres, por lo que en muchas ocasiones los mismos alumnos o maestros deben ver cómo conseguir sus materiales.
Además, los inconformes consideraron que el nuevo espacio que aloja al Taller de Artes Plásticas, en la alhóndiga de Antequera, ubicada en el centro histórico de la ciudad de Oaxaca, es un edificio histórico y bello, pero no apto para un taller de su tipo, pues no todos los materiales se pueden utilizar ahí, e incluso se impide poner clavos en las paredes.