Lisboa. El portugués Rui Pinto, autor de las revelaciones del Football Leaks, la filtración que destapó la cara oscura del negocio del futbol, fue condenado a cuatro años de prisión en suspenso, este lunes en Lisboa, por ocho delitos informáticos y tentativa de extorsión contra el fondo de inversión Doyen Sports.
"En lo esencial, los hechos descritos (en el acta de acusación) fueron considerados como pruebas", declaró la jueza presidenta Margarida Alves en un tribunal de Lisboa, quien además condenó a Rui Pinto a pagar 22 mil euros (sobre 24 mil dólares) para indemnizar a sus víctimas.
El 'hacker' se enfrentaba a 89 delitos informáticos y fue condenado por cinco de "acceso ilegítimo" a sistemas informáticos y tres de "violación de correspondencia -correo electrónico- agravada", precisó.
"La libertad de informar no permite justificar la violación de la vida privada", argumentó Alves.
Rui Pinto se encontraba en la sala donde se celebró la audiencia: mascarilla quirúrgica en su rostro, camisa azul oscura, vaqueros y zapatillas deportivas.
En lo que concierne a la acusación de la tentativa de extorsión, "el tribunal no tiene ninguna duda, estableció claramente que él (Rui Pinto) quería recibir dinero", añadió la jueza.
"Esta decisión reconoce que hubo un servicio público", declaró sin embargo el abogado de Rui Pinto, Francisco Teixeira da Mota, a la salida del juzgado.
Según la acusación, el portugués habría intentado chantajear a un jefe de Doyen, su compatriota Nelio Lucas, pidiéndole entre 500 mil y un millón de euros (536 mil 620 y 1.07 millones de dólares) para que dejara de publicar documentos comprometedores.
Fue una denuncia de este fondo de inversión con sede en Malta y controlado por unos hermanos kazajo-turcos la que puso a la policía portuguesa sobre la pista del 'hacker' autodidacta, originario de la región de Oporto (norte de Portugal).
Acusado y testigo protegido
A la vez acusado y testigo protegido de la justicia de su país, el joven de 34 años reivindica un papel de denunciante, pero reconoció ante los jueces haber cometido intrusiones informáticas ilegales para obtener millones de documentos que comenzó a publicar de manera directa en internet a finales de 2015.
Transmitida a un consorcio de medios de investigación europeos, esta gran cantidad de información puso el foco en las prácticas cuestionables que implicaban a jugadores destacados, clubes y agentes, provocando investigaciones fiscales y judiciales en varios países.
De la publicación de los salarios de Lionel Messi o Neymar, a una acusación de violación contra Cristiano Ronaldo, que fue desestimada, pasando por las estrategias para eludir el fair-play financiero del Manchester City, el planeta futbol se vio sacudido por esta gigantesca fuga de información.
"Estaba indignado por lo que descubrí y decidí hacerlo público", declaró Rui Pinto en la apertura del juicio, en septiembre de 2020, añadiendo que Football Leaks era "un motivo de orgullo y no de vergüenza".
Entre los 89 cargos de piratería informática a los que se enfrentaba, el robo de datos cometido contra el Sporting de Portugal, Doyen Sports, la Federación Portuguesa de Futbol, un importante gabinete de abogados e incluso magistrados de la fiscalía portuguesa.
La decisión tomada este lunes en Lisboa no salda sus cuentas con la justicia portuguesa. La fiscalía le imputó recientemente 377 nuevos cargos informáticos que pudo cometer entre 2016 y 2019 contra cerca de 70 personas, empresas o instituciones.
'Gran tontería'
Arrestado en enero de 2019 en Hungría, donde vivía, y luego extraditado a su país, Rui Pinto pasó más de un año en detención provisional antes de aceptar cooperar con las autoridades en otros casos, permitiéndole acceder a datos encriptados que tenía en su poder.
Las autoridades francesas solicitaron también colaboración al portugués, en el origen del Luanda Leaks, una investigación publicada en enero de 2020 en la que se acusaba a la empresaria angoleña Isabel dos Santos de haber acumulado una inmensa fortuna de manera fraudulenta.
Al final de su juicio Pinto admitió haber obtenido informaciones confidenciales de manera "ilegítima" con "un grupo de amigos" que rechazó identificar.
Pero no lamentó su comportamiento con Doyen Sports y Nelio Lucas, describiendo el intento de chantaje como "una gran tontería" y asegurando que no tenía la intención de llegar hasta el final.