Beirut. Se reanudaron los enfrentamientos en el campo de refugiados palestinos más grande de Líbano este sábado por la madrugada, entre el grupo Fata, del presidente de la Autoridad Nacional Palestina, Mahmoud Abbas, y milicianos islamitas, con un saldo inicial de tres muertos y varios heridos.

El primer ministro interino de Líbano, Najib Mikati, analizó la situación con Abas para tratar de poner fin a los enfrentamientos.

Los sucesos en Ein el-Hilweh “no benefician la causa palestina y perjudican al Estado libanés", dijo Mikati.

Se escuchaban ruidos de disparos y explosiones en el campo y zonas aledañas en las afueras de la ciudad portuaria de Sidón, en el sur del país.

Los combates, que se reanudaron el viernes tras un mes de calma relativa, forzaron a cientos de personas a huir del lugar.

Fata había acusado a las milicias islamistas de matar a uno de sus oficiales militares el 30 de julio.

Al menos 20 personas sufrieron heridas el viernes.

El ejército libanés dijo en un comunicado que está en contacto con las partes para tratar de poner fin a los enfrentamientos. También advirtió a la gente que se mantenga alejada de la zona.

Un agente de seguridad libanés dijo que murieron tres personas el sábado: dos palestinos dentro del campo y un libanés alcanzado por una bala perdida cuando pasaba en su auto cerca de Ein el-Hilweh. El funcionario, que habló bajo la condición reglamentaria de anonimato, dijo que 10 personas resultaron heridas.

Ein el-Hilweh es conocido por su anarquía y los actos frecuentes de violencia. Según Naciones Unidas, unas 55 mil personas viven en el campo, abierto en 1948 para alojar a los palestinos desplazados por la creación del Estado de Israel.