San Francisco. La plataforma X, antes conocida como Twitter, demandó el viernes al estado de California por una ley que obliga a las compañías de redes sociales a ser transparentes con sus políticas de moderación en materia de incitación al odio, desinformación, acoso y extremismo.
X Corp, casa matriz de X, argumentó en su demanda federal que la ley llamada AB 587 viola el derecho a la libertad de expresión.
“La verdadera intención de AB 587 es presionar a las plataformas de redes sociales a eliminar cierto contenido protegido constitucionalmente, visto por el estado como problemático”, dice la demanda.
“El estado está obligando a las compañías de redes sociales a tomar posiciones públicas en asuntos controvertidos y políticamente cargados”, continúa.
La demanda arremetió contra la normativa, que requiere que las compañías de redes sociales hagan públicas sus políticas en cuando a incitación al odio, desinformación, acoso y extremismo en sus plataformas, y que comuniquen datos sobre la aplicación de estas directrices.
“California no se quedará impasible mientras las redes sociales son usadas como armas para difundir odio y desinformación que amenazan nuestras comunidades y valores fundacionales como país”, declaró el gobernador del estado, Gavin Newsom, cuando firmó la ley hace un año.
“Los californianos merecen saber cómo estas plataformas están impactando nuestra opinión pública, y esta acción trae una transparencia y rendición de cuentas muy necesarias para las políticas que forman el contenido en redes sociales que consumimos cada día”, dijo.
Elon Musk, propietario de X, amenazó esta semana con demandar a la Liga Antidifamación (ADL) por acusaciones de antisemitismo, a las que culpa de la caída de los ingresos de su firma.
Musk acusó a la organización judía con sede en Estados Unidos de presentar quejas infundadas contra él y X que han ahuyentado a anunciantes.
La ADL ha acusado durante años a esta red social de amplificar el discurso antisemita.
En un informe de 2016, el grupo dijo que los ataques antisemitas contra periodistas se habían disparado en Twitter “gracias a la retórica de la campaña presidencial” de ese mismo año en Estados Unidos.
Musk ha sido señalado anteriormente de alimentar discursos antisemitas, incluidos ataques contra el filántropo judío George Soros.
Según la ADL y el Centro para la Lucha contra el Odio Digital (CCDH), el discurso problemático y racista ha aumentado considerablemente en X desde que Musk compró la red en octubre.
Desde entonces, el jefe de Tesla ha despedido a miles de empleados de la plataforma, ha recortado la moderación de contenidos y ha restablecido la cuenta del ex presidente Donald Trump.
El mes pasado, Musk demandó al CCDH acusándolo de una campaña de difamación que dañó la relación de la red social con los anunciantes.