Chilpancingo, Gro. ¡Porque el color de la sangre jamás se olvida: los masacrados serán vengados!, ¡Gobierno asesino que matas campesinos! “así, con estas consignas, recibimos los restos exhumados de cinco campesinos que fueron ejecutados aquí en este poblado de Los Espadines (municipio de Ajuchitlán del Progreso, en la Tierra Caliente de Guerrero”, dijo emociona Estela Arroyo Castro, dirigente de la Asociación Representativa de Ejidos y Comunidades, Grupos Vulnerables Víctimas de Violaciones a los Derechos Humanos (Arecovih).
Entrevistada esta mañana, vía telefónica en Radio Universidad Autónoma de Guerrero, expresó que “al ver los cuerpos de nuestros hermanos, iniciamos un acto político, y entre gritos y consignas contra el Ejército Mexicano, fuimos pronunciando sus nombres: Bartolo Rojas Nazario; Francisco Rojas Nazario; Gervasio Bernardino Román; Eduardo Oviada Ortíz; Apolonio Hernández Bernardino; José Isabel Rojas Bernardino, y el niño Pablo Rojas Terán, que tenía entre 14 y 15 años de edad”.
Además se cantó el Himno Nacional, y se llevó a cabo un servicio religioso a petición de los familiares ahí presentes, que también los recibieron con mucho dolor, entre lágrimas.
Mencionó que la jornada de recuperación de los cuerpos inició el pasado 4 de septiembre, y concluyó ayer, con el hallazgo, primero de cinco cadáveres, y después otros dos, todos en las tierras del Ejido Chilacayote “falta un cuerpo de extraer (el de José Santos González Rojas, con el que sumarían ocho, que se encuentran en el pueblo de Palos Altos, pero nos dijeron que lo harán pasando las lluvias, probablemente el próximo mes de noviembre”.
Lamentó que no se les haya permitido estar presentes en el momento de la exhumación “no estuvimos presentes, solamente nos permitieron ver los restos óseos durante dos minutos, según dijeron por la lluvia que había en ese momento”.
Castro Arroyo manifestó que les informaron que los cadáveres de los siete campesinos desaparecidos forzadamente, y luego fusilados entre 1967, 1971, y 1974, “serán trasladados hoy en helicóptero a la ciudad de Chilpancingo, por elementos de la Fiscalía General del Estado”.
Nosotros “pedimos al gobierno que lo más pronto posible sean entregados a sus familiares con su respectiva acta de defunción, y sea sepultados en un panteón para que los visiten sus amigos y seres queridos; yo creo que es justo después de 50 años de no verlos ¿no?”.
Por su parte, Octaviano Gervasio Serrano, también integrante de esta Asociación Representativa, y asesor jurídico de las familias de los ocho campesinos cuyos restos óseos fueron recuperados, señaló que “lo que sigue son los procedimientos periciales para lograr la identificación genética, y la causa de muerte de las víctimas; además de que se realice una entrega digna a sus familiares”.
También demandó al presidente Andrés Manuel López Obrador, y al Secretario de la Defensa Nacional (Sedena), Luis Crescencio Sandoval “que se ejerza acción penal en contra de los militares responsables de las ejecuciones durante el periodo conocido como la “guerra sucia”, que más bien fue un exterminio, y que aún viven”.
Que la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), “emita en forma expedita las recomendaciones de las quejas ya presentadas, decretando que plenamente que los responsables de estos crímenes de lesa humanidad, fueron cometidos por elementos de la Sedena, y por lo tanto condenar a esta institución al pago de la reparación del daño”.
Finalmente opinó que fue muy grave “que las autoridades no hayan permitido a los familiares de las víctimas estar cerca de las excavaciones, siendo que la ley señala que las víctimas pueden participar de manera activa, además que las autoridades bien pudieron omitir indicios importantes, que hubieran servido como pruebas fehacientes, pero todo parece que protegieron al Ejército”, concluyó.
En esta jornada de exhumación participaron representantes de Fiscalía del Estado; de la Comisión Estatal, y Nacional de Búsqueda; visitadores de la CNDH; Servidores Públicos de las comisiones ejecutivas de Atención a Víctimas, de los ámbitos federal, y estatal; de la Guardia Nacional, y de la Policía Ministerial.