Ciudad de México. El Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred) resaltó que resultados de la Encuesta Nacional sobre Discriminación (Enadis 2022), indican que todavía persisten estereotipos por origen étnico en el país, debido a que tres de cada 10 mujeres indígenas en este rango de edad señalaron haber vivido algún acto de discriminación.
En el Día Internacional de la Mujer Indígena (5 de septiembre), llamó a reforzar las acciones para lograr la inclusión social de esta población, debido a que aun enfrentan prácticas discriminatorias en distintos ámbitos, entre ellos, el transporte público, la escuela, el trabajo e incluso, dentro de sus propias familias.
Las mujeres indígenas mayores de 12 años de edad que participaron en la Enadis 2022 señalaron que estos espacios son en los que más percibieron actos discriminatorios.
El estudio indica que las situaciones mayormente asociadas a la discriminación son rechazo, exclusión de actividades sociales, miradas incómodas, insultos y burlas, así como amenazas o empujones.
Además, nueve de cada 10 personas indígenas de 6 años de edad o más se ubican en los estratos socioeconómicos más bajos, 53.6 por ciento en el bajo y 37.7 por ciento en el medio bajo.
Asimismo, dos de cada tres mujeres que se autoadscriben indígenas residen en localidades no urbanas (66.5 por ciento), es decir, viven en una comunidad con una población menor a 15 mil habitantes.
En la región sursureste de México se ubica la mayor parte de la población de mujeres reconocidas como indígenas.
En particular, la distribución por entidad federativa donde se encuentran las mayores poblaciones de mujeres indígenas son Oaxaca (15.7 por ciento), Veracruz (12.2 por ciento), Puebla (8.7 por ciento), Guerrero (8.2 por ciento) y estado de México (7.9 por ciento).
Los datos anteriores muestran una alta prevalencia de prejuicios, estereotipos, actitudes de rechazo y discriminación hacia las mujeres indígenas, por ello el Conapred exhorta a deconstruir estas conductas, y en su lugar avanzar para lograr una sociedad más incluyente.
“Ser mujer indígena es motivo de orgullo e identidad, porque todas las personas son diferentes e iguales en derechos”, precisó el Conapred.