Al menos 895.000 personas viven en la calle en la Unión Europea (UE) y en el Reino Unido, según una estimación publicada este martes por la Federación europea de asociaciones que trabajan con personas sin hogar (Feantsa), una cifra mayor a la de 2019.
"Esta estimación -basada en datos parciales y que solo tiene en cuenta las formas de exclusión de la vivienda más visibles- evidencia la incapacidad de los países europeos en hacer de la vivienda un derecho fundamental", considera el informe, redactado con la Fundación Abbé Pierre de Francia.
Para establecer la cifra, los autores estudiaron los censos de personas sin hogar realizados por cada país, aunque no todos los Estados los hacen.
Al sumar los recuentos de los 13 países de los que tenían datos lo suficientemente fiables y comparables entre sí, concluyeron que un 0,174% de la población europea vive en la calle o en alojamientos de emergencia.
Respecto a la población total de la UE y del Reino Unido, este porcentaje equivaldría a unas 895.000 personas sintecho en los 28 países.
Son casi 200.000 más que en 2019, último año en el que Feantsa hizo esta estimación.
"Este cálculo da una idea aproximada del alcance mínimo del fenómeno pero no constituye, para nada, un método para establecer el número real de personas sin hogar y sin vivienda digna en Europa", advirtieron los autores.
Entre los países estudiados, en algunos el número de personas sin hogar se redujo, como Finlandia, que invirtió mucho en construcción de vivienda y aplica el principio de "Vivienda primero", que consiste en otorgar lo antes posible un hábitat perenne a quienes viven en la calle.
En Austria, donde también se aplica ese principio, el número de personas sin hogar también se redujo en 2020, último año disponible, pero quizá pudo deberse a las medidas tomadas durante la pandemia de covid-19, como la suspensión de los desahucios, precisaron los autores.
"Todos los Estados miembros deben diseñar y desplegar urgentemente estrategias nacionales para poner fin" a este fenómeno, reclamó la Feantsa, que instó a la Comisión Europea a reforzar su plataforma de lucha contra la falta de vivienda.