Madrid. Una depresión atmosférica de niveles altos de la atmósfera (DANA) provocó durante la madrugada pasada tres muertos y numerosos daños materiales en varias ciudades del centro del país y del noreste, sobre todo en las provincias de Madrid, Toledo y Tarragona, donde se vivieron escenas de pánico y caos ante la caída sin tregua del agua. Las lluvias, que sobre todo se registraron durante la madrugada -entre las cuatro y las seis de la mañana- inundaron calles, casas e instalaciones públicos y en algunos localidades pusieron en peligro grave a miles de personas, como el pequeño de ocho años, Ethan, que logró sobrevivir al fenómeno meteorológico gracias a que se encaramó a la punta de un árbol durante ocho hasta que fuera rescatado y logró reunirse de nuevo con su madre y su hermana, si bien su padre todavía permanece desaparecido.
La alerta por la DANA provocó numerosas medidas preventivas en España, entre ellas un aviso de emergencia en todos los teléfonos celulares que se encontraban en las provincias en las que había mayor riesgo de precipitaciones agudas. Los servicios de meteorología del Estado español advirtieron a las autoridades locales de la situación de emergencia que se avecinaba, de ahí que los gobiernos locales alertaron a los ciudadanos que no salieran a las calles durante la tarde del domingo. En Madrid así lo hicieron, si bien durante la jornada del domingo sólo se registraron ligeros chubascos, al menos fue así hasta las cuatro de la madrugada, que fuera cuando se registraron las lluvias torrenciales en el centro y el noreste del país, que además de provocar la muerte de tres personas que quedaron atrapadas en sus vehículos también provocaron numerosos daños materiales en las infraestructuras urbanas, en la capital español sobre todo en el Metro y los túneles de acceso a la ciudad.
Las personas que fallecieron durante la DANA son un hombre de 20 años que se quedó atrapado en un elevador en la localidad de Casarrubios del Monte, en Toledo; otro hombre de 50 años que fue encontrado en un arroyo en el pueblo de Camarena, también toledano, y otro de la misma edad que fue localizado en el borde de una carretera anegada en la localidad de Bargas, también de Toledo, después de ser arrastrado por la fuerza del agua. Además hay al menos cinco personas más denunciadas como desaparecidas, entre ellas la padre de un niño de ocho que logró sobrevivir a la riada en la localidad madrileña de Aldea del Fresno gracias a que se encaramó a la punta de árbol y ahí permaneció durante la etapa más intentas de la tormenta hasta ocho horas. También se busca a una mujer de 54 años que circulaba con su vehículo en una carretera secundaria de Toledo y a un anciano de 83 años arrastrado por la corriente en Villamanta, en Madrid.
A raíz de las intensas lluvias se tuvieron que cancelar numerosas rutas de tren y cerrar carreteras e instalaciones públicas, ante el riesgo de una tragedia que se evitó en parte gracias a que la mayor parte de la ciudadanía decidió resguardarse en sus casas como recomendaron los servicios de emergencia. Además, las rutas de media y larga distancia del corredor Mediterráneo fueron suspendidas y se tuvieron que anular numerosos trayectos en las provincias de Málaga, Cádiz, Sevilla, Tarragona, Girona, Valencia, Alicante y Castellón, entre otras.