Niamey. Decenas de miles de manifestantes se congregaron este sábado frente a una base militar francesa en Niamey, la capital de Níger, para exigir la salida de sus tropas tras un golpe militar que cuenta con un amplio apoyo popular pero que París se niega a reconocer.
El golpe del 26 de julio -uno de los ocho que se han producido en África Occidental y Central desde 2020- ha atraído a las potencias mundiales, preocupadas por el cambio hacia gobiernos militares en toda la región.
La más afectada es Francia, cuya influencia sobre sus antiguas colonias ha disminuido en África Occidental en los últimos años, mientras ha aumentado la animosidad popular en su contra.
Sus fuerzas han sido expulsadas de los vecinos Mali y Burkina Faso tras los golpes de estado en esos países, lo que ha reducido su papel en la lucha regional contra la letal insurgencia islamista.
El sentimiento antifrancés ha aumentado en Níger desde el golpe, pero se agrió aún más la semana pasada, cuando Francia ignoró la orden de la junta de que su embajador, Sylvain Itté, se marchara. La junta ha ordenado a la policía que lo expulsen.
El sábado, en el exterior de la base militar, los manifestantes degollaron a una cabra vestida con los colores de Francia y portaron ataúdes cubiertos con banderas francesas ante la mirada de una fila de soldados nigerinos. Otros portaban pancartas pidiendo la marcha de Francia.
Reporteros de Reuters afirmaron que se trata de la mayor manifestación desde el golpe, lo que sugiere que el apoyo a la junta y la ira contra Francia no ha disminuido.
"Estamos dispuestos a sacrificarnos hoy, porque estamos orgullosos", dijo el manifestante Yacouba Issoufou. "Saquearon nuestros recursos y nos dimos cuenta. Así que se van a ir".