Larissa de Macedo Machado, mejor conocida como Anitta, es probablemente la cantante brasileña más exitosa de la actualidad. A pesar de sus orígenes y el género con que comenzó a hacer música, la intérprete ha logrado cruzar barreras y colaborar con algunas de las figuras del pop urbano más reconocidas a escala internacional. Fiel al funk carioca, o funk brasileño, que surgió en las favelas del país sudamericano en los setenta, Anitta se ha convertido en la principal representante de un género que llevaba años siendo escuchado sólo a nivel local.
Ahora, desde un lugar privilegiado, la brasileña se siente capaz de reflejar en su música y sus videos una parte del entorno en que creció. De esa perspectiva surgió la trilogía de canciones titulada Funk generation: A favela love story. “Este álbum es algo que siempre quise hacer pero nunca tuve la oportunidad. Quería cantar en otros países y siendo funk la gente me decía: ‘este ritmo nadie lo escucha y para que se pegue va a ser muy complicado’”, explicó Anitta en conferencia de prensa.
El éxito de la cantante, sin embargo, no es cosa de suerte o casualidad. Ella conoce desde hace tiempo los sacrificios y esfuerzo que una carrera tan notoria requiere. “Todos estos años trabajé no para tener un hit y ya, quería que las personas me conocieran, entendieran que soy de Brasil; y creo que esto todavía es más especial que tener una canción que pegue. Creo que es más fuerte cuando tienes un nombre, o una personalidad, o algo que las personas piensen: ‘hay todo un trabajo de años ahí’”.
Con el funk carioca como punto de partida, Anitta también busca brindar al mundo una visión distinta acerca de las favelas y su país. Quiero que conozcan la alegría, la creatividad de Brasil. Que quieran viajar al país para sentir la energía cerquita
, indicó. La cantante considera que estas zonas ahora son más pacíficas, pero hay otras que no, que todavía viven de la venta de drogas, la mayoría sí la tiene, pero están pacificadas y otras no. Siguen en esta disputa de comandos
.
Otra forma que ha encontrado de hablar de su realidad son los videos que acompañan a su música. Las casas, el carnaval, las escuelas de samba, la fiesta de las favelas son elementos recurrentes. “Lo que quiero traer en los videos es la alegría, es la vida de las personas que viven la favela. Sus costumbres, y lo que intento pasar. Sé que en Love story, para algunos es acerca de mí con un chico, y puede ser de eso, pero es mi relación con el funk, que al principio tenía mucho prejuicio en Brasil”, señaló.
Otra forma en la que Anitta ha aprovechado la parte visual de su proyecto ha sido su fe religiosa. A mí me gusta meter muchas cosas políticas a mis videos. El año pasado tuvimos una situación muy fuerte en Brasil donde la intolerancia religiosa era muy grande y la gente estaba rompiendo nuestros templos y quemando todo
, explicó, soy de una religión que viene de Nigeria y otros países africanos. Mi papá y su familia la trajeron consigo
, puntualizó, y enseño a la gente que cada uno tiene su creencia
.
A pesar de los detractores que han surgido, “creo que toda la gente con éxito en la vida tiene un montón de haters, esto ya no me importa nada”, puntualizó, la cantante está convencida de que su propuesta no es sólo superficial. Estos conceptos que están ocultos dicen un poco más de mi personalidad y de mi carrera que una putería de: encontré a un chico y lo mamé
.
El funk brasileño, como es nombrado en el resto del mundo, hasta hace no mucho no se pasaba en la radio ni en las discotecas debido a los prejuicios entorno al género. La intérprete además ha tenido que lidiar con el rechazo y los reclamos de sus compatriotas, quienes le reprochan haber abandonado el portugués con el que su música se empezó a volver popular.
Fuera de Brasil las cosas tampoco han sido más sencillas. “Creo que es difícil porque cuando vas a poner una playlist, la gente siempre busca algo que es similar a lo que ya escucha, reguetón o algo que ya esté. Y hoy día, con el celular, sólo te pone algo que ya te gusta y no algo nuevo, así que hacer un nuevo ritmo es un desafío por esto”, sostuvo.
No obstante, Anitta ha sido firme, insistente y paciente en su camino. Antes de Funk generation: a favela love story, la brasileña había caído gravemente enferma. Ese estado la llevó a una resolución: no quiero morir sin dejar mi proyecto de ensueño ahí. Y en el hospital empecé a escribir qué quería de cada canción, y a pedir a mi equipo que juntara a productores
, describió.
Anitta ha logrado colaboraciones con figuras como Madonna, Luis Fonsi, Ozuna, J Balvin y Black Eyed Peas, entre varios más. También anticipó que en un futuro cercano aparecerá música junto a algún músico de k-pop, aunque para eso demanda paciencia. Creo que la gente más joven no tiene la paciencia de esperar el tiempo correcto de cada cosa. Quieren que las cosas pasen en una semana, en 10 días, y no es así
, espetó.
Funk generation: a favela love story, se puede escuchar en plataformas de streaming.