Pachuca, Hgo. Cerca de medio centenar de estudiantes del Instituto de Artes (IDA) de la Universidad Autponoma del Estado de Hidalgo (UAEH) marcharon y se manifestaron de manera pacífica en el auditorio donde se realiza la edición 36 de la Feria del Libro Universitario organizada por la máxima casa de estudios de la entidad en demanda de la destitución de María Teresa Paulín Ríos como directora de ese plantel.
“¿UAEH porqué sigues ignorando al IDA?”, “No queremos a María Teresa Paulín en la dirección del IDA”, “No más abusos, fuera Paulín”, “Cuando la dictadura es un hecho la revolución es un derecho”, eran algunas de las leyendas que se podían leer en las pancartas que mostraban los estudiantes.
En tanto, otro grupo de aproximadamente 200 alumnos mantienen tomada la sede de la escuela ubicada en la cabecera municipal del Pueblo Mágico de Mineral del Monte.
Luego de que los integrantes de la asamblea de alumnos del IDA y representantes del rector Octavio Castillo no llegaron a ningún acuerdo en la mesa de diálogo que sostuvieron la tarde del miércoles para reanudar con las actividades y ante la postura de las autoridades universitarias por sostener la designación de María Teresa Paulín, los estudiantes determinaron mantener el paro de labores iniciado la noche del lunes.
Los alumnos del IDE exigen la destitución de María Teresa Paulín Ríos designada como directora del plantel apenas el pasado viernes 25 de agosto por presuntamente haber cometido maltratos e insultos contra los jóvenes estudiantes a los cuales impartía clases de teatro.
En entrevista, los jóvenes estudiantes señalaron a José Esteban Rodríguez presidente del Consejo Estudiantil Universitario del Estado de Hidalgo (CEUEH) de perpetrar junto con otros jóvenes intentos de irrupciones violentas para tratar de ingresar al IDA.
Calificaron al CEUEH como ala porril de la UAEH y de no escuchar ni representar a los alumnos. Una de las jóvenes manifestantes señaló que el miércoles, en uno de los constantes intentos violentos una de las estudiantes fue agredida.
Los alumnos informaron que además de la destitución de María Teresa Paulín exigen a las autoridades universitarias garantías de que no habrá represalias en contra de quienes participan en el movimiento de protesta.
En un comunicado enviado por los alumnos señalaron que además de los maltratos de los que han sido víctimas por Paulín también están inconformes por la relación de amistad e inclusión en su equipo de dos maestros señalados por alumnas por acoso y abuso sexual, entre ellos Elí Ramses Figueroa Zúñiga.
Según los quejosos, Elí Ramses “tiene denuncias por abuso sexual realizadas directamente ante el jurídico de la Universidad por un grupo de alumnas”. Pese a eso "Ramses se encontraba el día 21 de agosto afuera de las instalaciones, repartiendo códigos QR en apoyo a la candidatura de Paulín. Su presencia revictimiza a las alumnas denunciantes y les provoca sentirse inseguras y en peligro por su integridad".
Los alumnos aseguraron que María Teresa Paulín “al contar con este maestro dentro de su equipo y mostrar su apoyo, teniendo conocimiento de las denuncias, demuestra una total falta de sororidad, además de la poca importancia que le da a la salud mental de las afectadas al exponerlas a encontrarse con su agresor".
Aseguraron que la directora del Instituto de Artes incluyó también a Mario Cantú Toscano,"quien tiene denuncias por medio del #MeToo”.
Otra molestia más es que cuando daba su cátedra de teatro, María Paulín permitía la presencia de su cónyuge lo cual causó incomodidad en las alumnas.
“Se sentían incómodas con la presencia del esposo de la doctora en ciertas clases, quien tenía el consentimiento de esta para entrar al salón en cualquier momento, estando consciente que el proceso en las clases de la licenciatura en teatro es una actividad muy íntima por los ejercicios que deben realizarse”.
Para colmo la maestra los obligaba a comprarle ejemplares de un libro que ella misma escribió "el cual no pertenece a la editorial de la universidad lo que infringe el numeral 9.3, fracción III del Código de Conducta de la UAEH en el cual se especifica que las autoridades, entre ellas coordinadores, tienen prohibido “ofrecer, vender, intermediar, dirigir, propiciar, inducir, condicionar u obligar al alumnado o egresados a comprar, adquirir o arrendar cualquier producto, bien o servicio que no forme parte o no sea oficial de la Universidad”.
Además de constantes maltratos hacía las alumnas no sólo de teatro sino también a las de danza, señalaron que en muchas ocasiones se ausentaba de clases, y que solo se presentaba al plantel a checar entradas y salidas.
Desde 1985 la UAEH está bajo el control de Gerardo Sosa Castelán señalado en el libro la Sosa Nostra del escritor Alfredo Rivera Flores de imponer un cacicazgo el cual hasta la actualidad prevalece mediante un grupo porril cuyos integrantes no sólo han mantenido durante casi 40 años la rectoría de esa casa de estudios sino incluso alcanzado cargos políticos y diputaciones locales y federales.