Con su nueva obra, LEO: El espacio onírico, la coreógrafa y bailarina Irina Marcano invita al público a perder un poco el sentido de la realidad
y a sumergirse en un mundo surrealista mediante la imaginación. Inspirada en la pintura de Leonora Carrington, la coreografía se estrenó ayer como parte de la temporada de la Compañía Nacional de Danza (CND) en el Palacio de Bellas Artes.
La obra cuenta con música en vivo a cargo de la Orquesta del Teatro de Bellas Artes, que bajo la batuta de la chilena Alejandra Urrutia interpretó el Concierto para arpa y orquesta, del compositor argentino Alberto Ginastera, con Janet Paulus como arpista principal.
LEO: El espacio onírico se divide en los tres movimientos del concierto, ya que Marcano la concibió “como un cuadro, una pintura que cobra vida a través de El quiromante, su figura principal, que, a su vez, tiene otro personaje, su sombra, y otras figuras que también se ven en escena”.
En entrevista con La Jornada, la coreógrafa venezolana indicó que la idea de una pieza en torno a las pinturas de Leonora Carrington surgió hace varios años. “Siempre he admirado la obra y la vida de Leonora, sobre todo por esta particularidad de haber emigrado, generar obra y adoptar a México como país propio.
El tema del surrealismo siempre lo he tenido en la mente; crear una pieza con esos elementos ha sido un reto. El proceso creativo fue complejo por las características que tiene el surrealismo y lo que implica llevarlo al espacio escénico.
El trabajo de Marcano toma como punto de partida algunas de las esculturas y máscaras que la artista inglesa-mexicana creó en el país durante los últimos años de su vida, para idear un paraíso surrealista con iluminación, vestuario y coreografía.
Para la obra hice un proceso de investigación del movimiento y del proceso coreográfico. También se experimentó con la imaginación y los sueños; está la traducción corporal de todos los elementos que deseaba plasmar, luego vino el trabajo con los bailarines, para el que hemos recurrido a elementos sensoriales.
Irina Marcano comentó que existe referencia a los cuadros de Leonora Carrington y en ciertas escenas aparecen personajes de sus obras. “Hay figuras que son más fáciles de reconocer que otras porque me gusta jugar al momento de crear las imágenes visuales y del vestuario; aunque no tiene una narrativa específica, me centré en dar una interpretación a los cuadros y esculturas. Tenemos El quiromante, que es un personaje muy sensorial con un sexto sentido, y que al final transforma tu realidad en escena”.
Otras figuras en la propuesta son los reptiles de la pieza La barca del cocodrilo. La creadora representa lo que significa pertenecer a la sociedad, y esto lo aplica también a la reinterpretación de otras obras.
De acuerdo con la también bailarina de la CND, LEO: El espacio onírico comienza con un cuadro en el que se pueden ver varios personajes de Carrington, que posteriormente aparecerán en escena.
La obra, que busca adentrar a la audiencia a un fantástico universo, es la segunda parte del programa que la compañía, dirigida por Elisa Carrillo y Cuauhtémoc Nájera, también presentará mañana y el 31 de agosto a las 20 horas, y el 3 de septiembre a las 17 horas.
El programa de la CND en la primera parte incluye tres obras de Yazmín Barragán, Rosario Murillo y Sonia Jiménez, inspiradas en los tres movimientos del Concierto para violín del compositor ruso Piotr Ilich Chaikovski.