Ciudad de México. Arropada por miles de simpatizantes, que colmaron el Monumento a la Revolución, Claudia Sheinbaum concluyó sus asambleas informativas en la Ciudad de México como aspirante a coordinar los comités de defensa de la cuarta transformación, con un decálogo de ideas para la continuidad que llamó el “segundo piso de la transformación”. Aclaró que no son propuestas, para evitar ser sancionada por el INE.

También, reiteró su llamado a la unidad al resto de los aspirantes en la contienda de Morena, y aseguró que la transformación no tiene marcha atrás, pues la oposición no cuenta con proyecto para el bienestar del pueblo de México.

“Ellos son los de los fraudes electorales. La unidad del PRIAN se terminó de integrar como un bloque muy conservador, abiertamente opuesto al gobierno de la cuarta transformación. Se constituyeron para detener el proceso de transformación”.

Pero en 2023 “tenemos el gobierno de México, 23 gubernaturas, mayoría en las cámaras y tenemos un plan C”. Asistentes corearon su nombre. ¡Claudia, Claudia!

Llevamos, aseguró, muchos meses arriba en las encuestas. “Es tiempo de la transformación y es tiempo de mujeres”, sostuvo.

Afirmó que “ni el poder, ni el dinero, ni el pragmatismo sobre los principios, pueden imponerse por encima del mandato popular”.

El decálogo que sugirió, como “puntos de vista”, son:

Uno, economía moral y disciplina financiera y fiscal, lo que ha permitido, dijo, que la economía esté fuerte y nuestras finanzas sanas. Ha dado resultado, dijo, la austeridad republicana, la erradicación de la corrupción, así como el respeto a la autonomía del Banco de México.

Asimismo, el fortalecimiento y simplificación en pago de impuestos, impedir y sancionar la evasión fiscal, el equilibrio razonable entre deuda y PIB e impulsar la economía desde abajo.

Dos, consolidar y ampliar las inversiones estratégicas que promueven el desarrollo regional en ferrocarril, puertos, aeropuertos, aduana y que, incluso, potencien la inversión extranjera directa por la relocalización de empresas.

Tres, garantía y fortalecimiento de los programas sociales y el derecho a la educación, la salud y el acceso a la vivienda, y la promoción de un sistema de cuidados con visión prioritaria de un sistema de educación inicial para apoyar a las mujeres.

Aquí, aprovechó para manifestar su apoyo a los nuevos libros de texto gratuitos.

Cuatro, garantizar la justicia para los pueblos indígenas.

Cinco, aprovechar la posición estratégica de México con el tratado comercial de América del Norte y al buena relación con los países del mundo para impulsar y atraer inversiones al país, generando empleos y salarios dignos, a partir de una visión sustentable y de bienestar.

Seis, desarrollo científico y tecnológico que promueva innovación, así como el apoyo a las ciencias sociales, las humanidades y las artes.

Siete, acelerar la transición energética hacia fuentes renovables de energía, garantizando soberanía energética para desarrollo.

Ocho, garantizar el derecho del agua, promoviendo una visión de obras estratégicas y, al mismo tiempo, tecnifición y uso eficiente del agua particular.

Nueve, seguir promoviendo soberanía alimentaria, porque “sin maíz no hay país”.

Diez, la paz y al seguridad son fruto de la justicia.

Sheinbaum señaló que “nuestra visión significa gobernar con cercanía, sin arrogancia, ni privilegios, en territorio, con responsabilidad y sensibilidad.

“Y ha permeado tanto en el pueblo de México esta forma de gobernar, que hasta la oposición tiene que disfrazarse diciendo que ya piensa como nosotros”, al resaltar que aumentaron los salarios y hay pensión para los adultos mayores.

“Por supuesto, en el fondo tienen un pensamiento conservador, discriminatorio, autoritario, de exacerbado individualismo, racismo y clasismo que les brota cuando hablan con la verdad”.

Como cuando dicen, sostuvo, “que los programas sociales son para flojos o que las personas en el sureste no saben trabajar ocho horas, o que México debe romper relaciones con pueblos hermanos.

“O cuando ponen a un José Ángel Gurría a coordinar su proyecto de Nación o a un Cabeza de Vaca a coordinar su proyecto de seguridad. O cuando olvidan los cárteles inmobiliarios”.

En el Monumento a la Revolución, donde hace 72 días se despidió como jefa de Gobierno capitalino para participar en este proceso rumbo a las elecciones de 2024, subrayó que “vivimos un momento extraordinario, porque hemos conquistado corazones y revolucionado conciencias, para que nunca más se instaure el viejo modelo”.

Pidió no olvidar que “la corrupción del de arriba lo pervierte todo. El uso de las estructuras de gobierno para el beneficio personal o de un grupo, acaba por ensuciar el servicio público y la mística del mandar obedeciendo, del profesionalismo y la convicción de que el servicio público es servir al pueblo”.

Indicó que la autoridad moral no se compra en la esquina, “se construye con una sola mística, la de luchar todos los días por un México con justicia, democracia y libertad, con honestidad y honradez.

No es la corrupción, la triquiñuela, el odio, el clasismo y el racismo lo que nos convierte en mejores personas”.

Mencionó que la inversión privada es fundamental y genera empleos, pero “le corresponde al Estado usar los recursos públicos para abrir la puerta de los derechos, cerrando la puerta de la corrupción y promover inversión pública para orientar el desarrollo económico para beneficio de las actuales y futuras generaciones”.

En la víspera de que concluyan los recorridos de los seis aspirantes a coordinar la defensa de la 4T, llamó a sus compañeros a la unidad “y a que pongamos el bienestar del pueblo y de la nación por encima de cualquier interés personal”.

Amigas y amigos, la próxima semana se llevará a cabo la encuesta para definir quién va coordinar los esfuerzos de la transformación.

Miles de personas corearon ¡presidenta, presidenta!