Washington. La presidencia estadunidense "condenó firmemente" el miércoles el intento de Corea del Norte de poner en órbita un satélite espía y acusó a ese país de "agravar las tensiones".
Pese a su fracaso, el lanzamiento constituye una "violación flagrante de varias resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU, agrava las tensiones y aumenta los riesgos de desestabilización de la situación de seguridad de la región y más allá", criticó la portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Adrienne Watson, en un comunicado.