Buenos Aires. Argentina registró en julio una inflación de 112.7 por ciento anual y acumuló en los primeros siete meses del año un alza de precios de 57.7 por ciento, informó este martes el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec).
En julio, la inflación mayorista en el país sudamericano fue de 7 por ciento, por encima de 6.3 por ciento del Índice de Precios al Consumidor (IPC), motivada por un aumento de 7 por ciento en los productos nacionales y de 7.7 por ciento en los importados.
En la medición anual, entre los mayores incrementos destacaron los de productos pesqueros con 158.4 por ciento; seguidos de productos importados con un alza de 155.9 por ciento; máquinas y aparatos eléctricos con 145.6 por ciento; equipos para medicina e instrumentos de medición con 136.7 por ciento, detalló el Indec.
Los alimentos y bebidas subieron 109.5 por ciento en los últimos 12 meses, mientras que los productos agropecuarios 109.8 por ciento y las prendas de materiales textiles 95.6 por ciento, entre los aumentos más significativos.
En el acumulado anual, los incrementos de precios más importantes se reflejaron en los productos pesqueros que acumulan un alza de 116.6 por ciento; seguido de la energía eléctrica con 79.9 por ciento; máquinas y aparatos eléctricos con 71.9 por ciento.
Hasta julio, los precios de los alimentos y bebidas aumentaron 56.7 por ciento; los productos agropecuarios 53.7 por ciento; los minerales no metalíferos 61.6 por ciento; y el petróleo crudo y el gas 53.4 por ciento.
Los datos de inflación de julio relevados este martes por el Indec no contemplan la devaluación del peso, la moneda local, en más de 22 por ciento, efectuada por el Banco Central de la República Argentina (BCRA) el pasado 14 de agosto.
El ministro argentino de Economía, Sergio Massa, afirmó que tras la devaluación, que atribuyó a una “exigencia” del Fondo Monetario Internacional (FMI), la inflación podría escalar aún más en los próximos meses.