Ciudad de México. México no tiene “ninguna discrepancia” con Estados Unidos y Canadá por su política energética, en particular el petróleo; el diferendo mediante el T-MEC con sus socios comerciales es por la prohibición para el consumo humano del maíz transgénico, afirmó esta mañana el presidente Andrés Manuel López Obrador.

A pregunta en su conferencia matutina sobre el estado del llamado a consultas y posible panel promovido por Washington y Ottawa por la política energética mexicana, el mandatario descartó que haya una discrepancia en este sentido, y menos por el tema relacionado con el petróleo.

“En el tratado se establece que el petróleo es de la nación, es de México, de todos los mexicanos, y no está sujeto a ningún acuerdo, a ninguna negociación con ningún país extranjero. Es un recurso de nuestra nación para beneficio de los mexicanos, ahí no tenemos diferencias. Ahora sólo existe una consulta que puede llevar a paneles, a un tribunal, por el maíz transgénico o para que no se sientan ofendidos los que piensan de otra manera, el país que presuntamente es transgénico”.

Insistió que su política es que el maíz de importación transgénico, el amarillo, no se use en México para el consumo doméstico, pues se debe poner a la salud por encina de los intereses económico y de lucro.

Ante la prohibición de México para que a partir de 2025 se evite la importación de ese tipo de grano, refirió el jefe del Ejecutivo, los productores importadores de Estados Unidos presentaron, a través de su gobierno, esta protesta.

“Y nosotros aceptamos que se investigue sobre este asunto, porque ellos sostienen, bueno es dañino el maíz transgénico, y hay la opinión de científicos, investigadores mexicanos contraria en el sentido de que sí daña la salud, que puede resultar dañino ese maíz a la salud, y que se necesita hacer investigación seria, a fondo, para resolver de una vez por todas, sí es dañino o no ese maíz amarillo o presuntamente transgénico.

“Nosotros ya empezamos a hacer esa investigación con un grupo de científicos del Conacyt y les estamos proponiendo desde antes que presentaran su queja, les propusimos, yo personalmente le dije al secretario de Agricultura de Estados Unidos (Tom Vilsack) que se formaran grupos de trabajo para llevar a cabo una investigación”.

Sin embargo, es de destacar que Washington no ha aceptado la propuesta de realizar un estudio binacional sobre estos productos.

López Obrador insistió que si se demuestra que el maíz transgénico daña la salud, se beneficiaría a los consumidores de México, de Estados Unidos y del resto de las naciones. “Por encima del interés económico y por encima desde luego del interés del lucro debe estar la protección de la salud de los pueblos, no sólo de los mexicanos sino estadunidenses y de todos los pueblos. ¿Cómo vamos a estar comiendo veneno, cómo vamos a estar ingiriendo químicos dañinos? ¿Por qué? ¿Nada mas por el negocio? ¿Es más importante, vale más el dinero que la salud? Yo digo que no”. Eso es lo que se está viendo ahora”.