El futbol mexicano es increíblemente absurdo. Luego de dejar botada la Liga Mx para dar prioridad a la Leagues Cup, el club Monterrey, el más poderoso económicamente, tiró la toalla, rehusó luchar por un honroso tercer lugar y lanzó a la cancha a un plantel alterno que sucumbió frente al Philadelphia Union, como si tuviera prisa por volver a la hoy aún más devaluada Liga casera… Claro, resulta más cómodo correr a refugiarse en su pequeño mundo donde el tuerto es rey, que pelear con gallardía y restañar un poco el amor propio.
El deporte de las patadas era el único del que hasta hace un par de años la afición mexicana se sentía con altas opciones de ganar en lid directa a Estados Unidos, pero la soberbia y ambición de los federativos y dueños de equipos los tornó sordos y ciegos ante tanta advertencia lanzada a tiempo... y tocó presenciar el rebase. La superioridad del vecino del norte ya es clara. Lo han conseguido, no sólo por su mejor desempeño en la cancha, sino por su buena organización como liga, donde se busca el equilibrio en bien del espectáculo.
No les preocupa pagar entre todos el sueldo astronómico de Lionel Messi, ni que con ello el último lugar, el modesto Inter de Miami, haya escalado a la velocidad del rayo hasta la cima, pues saben que ganarán todos. Acá los Rayados estaban conscientes de que si derrotaban al Philadelphia el futbol mexicano tendría más representantes en la próxima Concachampions, pues el León se sumaría al pelotón tricolor, pero teniendo su plaza en el bolsillo ya no les importó nada más. Que cada quien se rasque con sus uñas.
La prueba más fehaciente de esta mentalidad es la presencia de Juan Carlos Bomba Rodríguez. Divididos en grupos antagónicos con intereses encontrados irreconciliables, los propietarios de clubes fueron incapaces de organizarse por sí mismos y debieron recurrir a un externo. Y así es el cuento, han colocado en puestos de mando a personajes ajenos al devenir del futbol mexicano, como Ivar Sisniega y el mismo Mikel Arriola con sus boletines semanales de falso tono exitoso: más minutos jugados, más asistencia al estadio, más goles...
Aferrados a la idea de que la Liga Mx todavía tenía algo superior, se criticó el arbitraje de la Leagues Cup, el cual resultó localista, miope y hasta con tecnología de Los Picapiedra; ello dio pie al ingenio desbordado en memes. Pero el trabajo de los jueces en los partidos León-Mazatlán y Juárez-Chivas silenció las burlas; van de mal en peor con todo y VAR. A los Cañoneros les anularon un gol de penal y al Rebaño le inventaron uno en contra. Tal parece que la Comisión de Arbitraje no trabaja, se echó a la hamaca todo un mes.
Forzado a la inactividad por el contrato que firmó Arriola, el futbol mexicano hizo otra pausa el sábado, día para venerar a Messi, el más ganador del mundo con 44 títulos, 10 goles anotados en siete partidos y el verdadero imán de taquilla que requería la MLS (más efectivo que los equipos mexicanos)… Cierto que varios rivales casi rendían pleitesía al rosarino. Lejos de apretarlo en la marca, algunos jugadores parecían a punto de sumarse a los aplausos; no obstante, Nashville fue digno rival y su gran resistencia sacó del tedio del logro fácil a Leo.
La Federación Mexicana de Futbol y el Atlas de Alejandro Irarragorri, pese a que a veces parecen la misma cosa, no se pusieron de acuerdo. Una dijo que la cancha del estadio Jalisco está en malas condiciones y los rojinegros negaron, pero trasladaron el juego ante América a la capital del país. ¡Total!, lo de menos son los aficionados que se quedaron con el boleto en la mano... En el Azteca estuvo casi al 2x1: las Águilas con varias bajas y La Máquina que no sale de su enésima crisis, otra vez con Joaquín Moreno como su bombero favorito.
Tiempo de comprimir el calendario y seguir deliberando sobre el colombiano Julián Quiñones, quien ni siquiera se ha naturalizado, pero no importa, porque la caballada está flaca... Trepada en los cuernos de la luna, la atacante Jennifer Hermoso tuvo un amable gesto y mencionó al futbol mexicano a la hora de celebrar el cetro mundial conquistado por España en Australia-Nueva Zelanda 2023. La Furia Roja cosechó un gran logro gracias a la seriedad y continuidad en el trabajo tras los éxitos con las Sub-17 y 20.