Decenas de palestinos fueron repelidos ayer por soldados israelíes al manifestarse de nuevo en contra de la confiscación de tierras y el establecimiento de un puesto de seguridad de avanzada por parte de las autoridades de Tel Aviv a las afueras de la aldea cisjordana de Beit Dajan, al este de la ciudad de Nablus.
Los inconformes, como lo han hecho desde hace varias semanas, se reunieron de manera pacífica en esta localidad, ondeando banderas y gritando consignas, para demostrar su rechazo por la colonización israelí en Cisjordania; sin embargo, los efectivos los replegaron a empujones y bajo amenazas, constató el despacho fotográfico de la agencia noticiosa Afp.
La semana pasada, las fuerzas israelíes repelieron con disparos de balas de acero recubiertas de goma, granadas aturdidoras y gas lacrimógeno una movilización similar, en la que resultó herido al alcalde de la aldea, Nasri Abu Jeish, quien sufrió hematomas y fue atendido en el lugar por médicos de la Media Luna Roja Palestina.
En este contexto, la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Medio Oriente anunció ayer la suspensión de todos sus servicios en el campo de Ein el-Hilweh, el mayor centro de refugiados en el sur de Líbano, como protesta por la presencia de hombres armados en las instalaciones, incluso en las escuelas.
Las batallas callejeras entre Fatah, el grupo del presidente de la Autoridad Nacional Palestina, Mahmoud Abbas, y dos facciones insurgentes islamitas, Jund al Sham y Shabab al Muslim, comenzaron el 30 de julio pasado después del asesinato a tiros de Mahmoud Yalil, alto cargo del gobierno palestino.