El Instituto de Agricultura y Política Comercial (IATP, por sus siglas en inglés), con oficinas en Washington, consideró que el gobierno de Estados Unidos exagera en los impactos económicos de la prohibición del uso de maíz transgénico de México para los productores estadunidenses y que el acuerdo permite políticas de precaución para proteger la salud pública y el medio ambiente.
En un pronunciamiento sobre la decisión de Estados Unidos de iniciar un panel de resolución de disputas bajo el T-MEC, señaló que el Secretario de Agricultura de Estados Unidos, Tom Vilsack y el sector agroindustrial han afirmado que las disposiciones sobre biotecnología y medio ambiente del T-MEC obligan a México a permitir la importación de maíz transgénico, “pero eso es falso”.
Explicó que “el acuerdo revela que México conserva la facultad de adoptar y aplicar políticas para proteger el medio ambiente y la salud pública, preservar y mejorar la biodiversidad y respetar a las comunidades indígenas y sus estilos de vida”.
Agregó que el planteamiento de Katherine Tai, representante de comercio de Estados Unidos, acerca de que las políticas de México puedan interrumpir miles de millones de dólares en el comercio agrícola entre los países, son infundadas porque no hay “pruebas creíbles” que respalden la afirmación.
Señaló que México ha mantenido una base de datos pública de las pruebas subyacentes a las preocupaciones sobre la salud pública y la biodiversidad del maíz, tanto del maíz transgénico como del herbicida glifosato, mientras el gobierno estadounidense ha rechazado la oferta de México de colaborar en un examen de la ciencia, en particular en relación con las preocupaciones menos estudiadas sobre el consumo de productos animales alimentados con maíz transgénico y glifosato.
Obligar a México a aceptar las exportaciones estadounidenses sin debate, es un asalto a su soberanía alimentaria, dijo Karen Hansen-Kuhn, directora de comercio y estrategias internacionales del IATP.
“Como declaró la secretaria mexicana de Economía, Raquel Buenrostro, en respuesta a la solicitud de consultas técnicas del USTR, el decreto de México se basa en la ciencia, y desafiará al gobierno de
Estados Unidos en la consultas para demostrar 'cuantitativamente, con números, algo que no ha ocurrido: que el decreto del maíz ha afectado comercialmente a los exportadores estadounidenses'", dijo Timothy A. Wise, asesor principal del IATP.
El IATP consideró que más allá de las implicaciones inmediatas, el caso podría sentar precedente para otras negociaciones comerciales, entre ellas las del Marco Económico Indo-Pacífico, que abarcará la agricultura, así como en las actuales conversaciones con Kenia.