Madrid. El bloque progresista obtuvo su primera gran victoria frente al bloque de la derecha y la extrema derecha. Finalmente en la votación para elegir a los miembros de la Mesa del Congreso de los Diputados hubo cónclave y entre los diputados de izquierda y los nacionalistas vascos, catalanes y gallegos sumaron hasta 178 diputados para nombrar a la socialista Francina Armengol como la nueva presidenta del Parlamento, el tercer cargo en importancia del país, sólo después del jefe del Estado, el Rey Felipe VI, y del presidente del gobierno, actualmente en funciones con el sociaista Pedro Sánchez.
La clave de la votación fue el apoyo in extremis de los siete diputados de Junts per Catalunya (JxCat), que a cambio obtuvieron el compromiso por escrito de que el gobierno impulsará el uso del idioma catalán en el Parlamento europeo, que también se utilizarán de forma habitual los otros idiomas oficiales (además del catalán y el español, el euskera y el galego) en las sesiones del Congreso español y en el aparato de justicia, y que se abrirá dos comisiones de investigación para conocer los detalles de la trama de espionaje sobre el caso Pegasus y para investigar al centro de espionaje español durante los atentados islamistas de Cambrils de hace seis años. .
El bloque progresista logró una victoria importante, sobre todo por el precedente que supone de cara a la crucial sesión de investidura. El Partido Socialista Obrero Español (PSOE), con 121 diputados, logró sumar a su causa a prácticamente el resto de los grupos parlamentarios salvo a la derecha españolista, es decir a la coalición de izquierdas Sumar, con 31 escaños; a Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), con siete; a JxCat, con otros siete; a EH-Bildu, con seis; al Partido Nacionalista Vascon (PNV), con cinco; y al Bloque Nacionalista Galego (BNG), con uno.
En el bloque de la derecha votaron divididos y enconados entre sí; el PP sólo logró sumar a su causa a los dos diputados de Unión del Pueblo Navarro (UPN) y Coalición Canaria (CC), con lo que su candidata a presidir la Cámara, Cuca Gamarra, sólo sumó 139 diputados. La extrema derecha de Vox finalmente decidió no apoyar a la aspirante del PP porque éste no le había cedido un puesto en la Mesa, con lo que sus 33 diputados votaron por la candidatura de Ignacio Gil Lázaro.
En el Senado la votación fue más previsible, ya que ahí cuenta con mayoría absoluta el PP, con lo que se eligió como presidente a Pedro Roldán y se nombró como vicepresidente segundo al socialista Guillermo Fernández Vara, ex presidente de Extremadura que fue derrotado por la derecha en los comicios municipales y autonómicos del pasado 28 de mayo. En esta votación, el bloque de la izquierda votó en blanco, ante las nulas posibilidades de sacar adelante a candidato, mientras que los senadores de Vox también optaron por su propio candidato.
El acuerdo entre los socialistas y Sumar con los partidos nacionalistas catalanes, ERC y JxCat, consistió en tres importantes cuestiones para su causa: el uso del idioma catalán en el Parlamento español y en todas las cuestiones judiciales; que se impulse de manera formal el uso del catalán en las instituciones europeas, y, finalmente, la apertura de dos comisiones de investigación que viene reclamando el independentismo desde hace tiempo: para investigar el espionaje masivo de separatistas a través de caso Pegasus y para conocer la función y las actividades del Centro Nacional de Inteligencia (CNI) en los atentados islamistas, en la que se desveló una supuesta vinculación entre miembros del servicio de inteligencia español con uno de los imanes que participaron en la masacre. Los hechos ocurrieron el 17 de agosto del 2017, en las ciudades de Barcelona y Cambril, que consistieron en un atropello masivo en la conocida calle de las Ramblas de Barcelona y en un Cambrils un atentado con explosivos, que en total provacaron la muerte de 16 civiles y 152 heridos, más el abatimiento de ocho supuestos miembros de los comandos.
Una de las claves para el ex presidente catalán Carles Puigdemont diera la orden a sus diputados de votar a favor de la candidata del bloque progesista fue la copia de la carta que recibía del ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, en la que instaba a las instituciones europeas a reconocer los idiomas catalán, vasco y galego como oficiales. Esa carta fue determinante para el voto a favor de los nacionalistas catalanes.
En su primer discurso como presidenta del Congreso, Francina Armengol, una socialista republicana y feminista, abogó por el uso de las lenguas cooficiales en las sesiones: “Tenemos que preservar y respetar la diversidad que convive en nuestro país. España siempre avanza cuando se reconoce en su pluralidad y diversidad”, señaló, tras anunciar que durante su mandato permitirá el uso del catalán, el euskera y el galego en las sesiones, que hasta ahora no estaba permitido.