El acercamiento de la producción al territorio de consumo, conocido como nearshoring, es una tendencia al alza que está beneficiando a México.
Factores como la agilidad que brinda la automatización y los incentivos gubernamentales detonan este cambio en la logística, en un contexto en que además los costos de fabricación en China se han incrementado.
Los beneficios que se reportan son una mayor velocidad de la comercialización en un escenario competitivo global, así como un mayor control sobre la cadena de suministro, pues cuando las empresas subcontratan la elaboración a países distantes, pueden perder el control.
“Las empresas estadunidenses buscan reducir costos y mejorar la eficiencia aprovechando la proximidad de México con el vecino país del norte”, destaca el Country Manager de Infor México, Alejandro Luna.
“A lo largo de los años, acercar la producción al territorio de consumo se ha vuelto cada vez más popular entre las compañías estadunidenses debido a sus numerosos beneficios, como menores costos, menores tiempos de entrega y mayor eficiencia”, abunda.
Así, según proyecciones del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), en medio de esta tendencia las exportaciones globales podrían aumentar en 78 mil millones de dólares cada año.
Más aún, de ese monto 45 por ciento correspondería a México, es decir, 35 mil 300 millones de dólares.
Lo anterior no resulta sorprendente, dado que son ya varias las compañías que han decidido mudar sus operaciones a México.
“Algunas manufactureras que se han mudado recientemente o están en proceso de trasladar sus operaciones de China a México incluyen: Yazaki, Foxconn, Panasonic, LG Electronics, Samsung, Intel, Tesla, General Motors, Ford, Honeywell, Siemens, ABB, Schneider Electric y Eaton”, detalla Luna.