El Museo de Arte Contemporáneo de Monterrey (Marco) realizará, a partir del 26 de agosto, la primera retrospectiva institucional en el país –y el continente americano– que analiza la producción artística de tres décadas de Damián Ortega (Ciudad de México, 1967). Ya se habían hecho revisiones en museos y recintos de Europa.
Damián Ortega: pico y elote, exposición con alrededor de 90 obras de diferentes formatos y dimensiones, entre instalación, fotografía, video y objetos intervenidos, se divide en dos grandes grupos: lo orgánico, resumido en la tradición mesoamericana del maíz, y lo industrial. Dentro de estos grupos se manejan los conceptos de cosechar, ensamblar y colapsar.
El título de la muestra viene de dos obras esenciales para entender su producción: Pico cansado (1997) y El elote clasificado (2005). En la primera, Ortega hizo incisiones en una herramienta bastante rudimentaria, el pico, para dar la impresión de que el objeto está cansado después de un día de trabajo. En la segunda, el artista ha marcado cada uno de los granos de un elote seco, casi un intento de reacomodarlos en caso de que se desgrane.
Ambas piezas permiten adentrarse en una narrativa creada por Damián Ortega y el curador José Esparza Chong Cuy, en la que el maíz es pensado casi como el origen de la vida
y cómo esto lleva a la industrialización.
La producción de Ortega se remonta a los años 80, primero como caricaturista del suplemento Histerietas de La Jornada, después como artista en que uno de sus medios principales es la escultura, aunque no en el sentido tradicional. Para el curador, Ortega ha generado imágenes icónicas que han circulado mucho en libros de historia del arte, como Cosmic thing (Objeto cósmico), 2002, que es un Vochito explotado
y será la primera vez que esta instalación se muestra en México.
Acerca de la presencia de este automóvil en su obra, Ortega se remontó al coche familiar: Era nuestra identidad y, de alguna manera, una extensión de la familia. A la hora de comenzar a hacer arte, me di cuenta de que tendría que trabajar con las cosas que tenía a mi alrededor, que significaban mucho cultural y humanamente para cada uno de un grupo de amigos de mi generación. Nos metimos en esta nueva lectura del arte que no era la pintura ni la escultura tradicional. Dentro de este universo de cosas personales estaba, desde luego, el auto
.
El padre de Damián, el actor Héctor Ortega, le regaló su coche después de muchos años de usarlo. Quise investigar cómo entenderlo y arreglarlo. Encontré en una librería de viejo un manual de reparación, en el que venían todas estas imágenes explotadas. Pensé en esta tridimensionalidad no para representarla, sino presentarla como un objeto real. Allí fue donde decidí abrir, cortar y separar el carro en partes para entender su sistema. En México se suele llamar unidad al automóvil. Eso me pareció bonito porque era justamente encontrar las individualidades dentro de todo este sistema
.
Para Objeto cósmico, conseguimos un coche chocado, sacamos los golpes y lo desensamblamos. Fuimos probando cada una de las piezas hasta llevarlo al Instituto de Arte Contemporáneo de Filadelfia, donde fue expuesto por primera vez y pudimos ver toda la constelación, todo el ensamble extendido desde el techo
.
La exposición también comprende una sección alusiva a su sello editorial Alias. En rueda de prensa virtual, Ortega explicó que esta empresa empezó como un juego al crecer, entrar en el mundo del arte y reconocer la necesidad de leer textos que no estaban publicados en español. Comenzó con el libro Conversando con Marcel Duchamp, de Pierre Cabanne, que al traducirlo quedó como un compendio divertido
, gracias a la ayuda de sus amigos. Ortega se percató de que era todo un proyecto
y decidió imprimirlo. Eso fue hace 15 años y después vinieron una larga lista de publicaciones.
Para el artista no sólo es un proyecto paralelo, sino que se ha vuelto parte de un ejercicio dentro de mi cuerpo de trabajo, de mi interés cotidiano, porque siento que también es una forma de escultura. Los libros son escultura pública porque circulan en espacios que no son bajo el control, como la mochila de alguien
.
En el contexto de la retrospectiva, Ortega donó a Marco la pieza Warp cloud (2018), hecha con bolas de yeso cubiertas de cera de abeja, hilo de algodón, cable de acero inoxidable y pesas de plomo de cinco onzas. La muestra, una producción de Marco, fue posible gracias al apoyo del Estímulo Fiscal para las Artes.
La exposición Damián Ortega: pico y elote se exhibirá del 26 de agosto al 11 de febrero de 2024 en el Museo de Arte Contemporáneo de Monterrey.