Con una flota de 6 millones 240 mil vehículos –238 mil 799 más que hace dos años–, el transporte privado y público se mantiene como la principal fuente de contaminación en la Zona Metropolitana del Valle de México, al generar más de 53 por ciento de gases de efecto invernadero, con más de 35 millones 835 mil toneladas al año, según el Inventario de Emisiones 2020.
Lo anterior significa 8 millones de toneladas menos a las reportadas en la anterior edición del estudio, en 2018; sin embargo, la Secretaría del Medio Ambiente de la Ciudad de México advirtió que dichas cifras no deben ser consideradas como una tendencia, toda vez que 2020 estuvo afectado por la pandemia del covid-19, por lo que se trata de mediciones atípicas
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Como principal fuente de contaminación, el transporte está conformado en su mayoría por vehículos privados que constituyen 92 por ciento de la flota total; mientras el público y de carga representa 5 y 3 por ciento, respectivamente, señala el documento publicado el pasado 8 de agosto.
El inventario, que el más actual presentado por la autoridad, destaca también una reducción de partículas PM10 y PM2.5, con un registro promedio de 30 mil y 15 mil toneladas, respectivamente; es decir, 10 mil toneladas menos en conjunto que dos años atrás.
Si bien se registra una baja en las emisiones de contaminantes en todas las fuentes con respecto a lo reportado en la anterior edición, esto se debe a la interrupción de la actividad económica como medida para detener la propagación de la pandemia del covid-19, por lo que, insistió la dependencia local, no se debe tomar como una tendencia.
El transporte fue el principal responsable de la generación de monóxido de carbono con 928 mil 462 toneladas, lo que representa más de 95 por ciento del total reportado; también fue el que más contribuyó con la emisión de partículas PM10 y PM2.5, con 40 por ciento, especialmente los vehículos particulares, pesados y motocicletas.
En lo que se refiere a la contaminación por compuestos orgánicos volátiles, cuyas emisiones llegaron a 413 mil 820 toneladas, las actividades domésticas, de comercio y servicios contribuyeron con 64 por ciento, especialmente por fugas de gas LP, así como el uso de productos de cuidado personal, plaguicidas y cuidado automotriz; además de los autos de uso particular y motocicletas, que aportaron 19 por ciento.
Las emisiones de dióxido de carbono, principal gas de efecto invernadero, llegaron a 35 millones 271 mil toneladas, de las cuales más de 61 por ciento fueron generadas por el transporte privado, y en menor medida por la industria del papel, así como la generación, transmisión y distribución de energía eléctrica.