Madrid. Con temperaturas altísimas generalizadas en lugares inusuales como el País Vasco (norte), España vivía este miércoles el día más sofocante de su tercera ola de calor del verano, mientras la lucha contra los incendios en Portugal tuvo un respiro.
La Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) española avisó de que podría tratarse del día más caluroso en 73 años, y que el calor remitirá el viernes, y no el jueves como se había previsto inicialmente.
Las temperaturas más altas se alcanzaron en Andalucía, según datos de Aemet de poco antes de las 19H00 (17H00 GMT): en Roda de Andalucía, un pueblo de la provincia de Sevilla, se registraron 44,6 grados Celsius, y en el aeropuerto de Granada 44,1 grados Celsius.
Más inusuales fueron las temperaturas alcanzadas en el norte, como los 36 grados Celsius de Bilbao, los 33,5 grados Celsius de San Sebastián, ambas ciudades en el País Vasco, o los 37 grados Celsius en la ciudad castellano-leonesa de Burgos.
"La temperatura media" en España este miércoles "probablemente constituya un récord para esa fecha desde 1950. Será, probablemente, uno de los cinco días más cálidos para agosto de los últimos 73 años", explicó Aemet.
Once zonas de España están en alerta roja, sinónimo de peligro extremo: tres en Andalucía (sur), dos en la Comunidad de Madrid, dos en Castilla-La Mancha (centro), tres en el País Vasco (norte) y una en Castilla y León (norte).
Casi todo el resto del país, salvo la costa, está en alerta, pero en niveles más bajos.
El jueves, la canícula se desplazará hacia las costas del este, con solamente cuatro zonas en alerta roja, todas situadas al sur de Valencia, donde las temperaturas podrán alcanzar los 43°C. El viernes, será la región sureña de Andalucía la que sufrirá más, pero sin alertas rojas.
Los expertos consideran que el aumento del número, duración e intensidad de estas olas de calor es consecuencia del cambio climático.
Respiro en Portugal
La península ibérica se ha visto duramente afectada por el calentamiento global, ya que las olas de calor y la consiguiente sequía agrava favorecen los incendios.
En menos de una semana, unas 15 hectáreas hectáreas han ardido en los dos países, especialmente en Portugal, donde los incendios dejan a su paso paisajes desoladores.
El incendio de la región portuguesa de Odemira (sur) fue declarado "bajo control" a mediodía del miércoles, tras haber arrasado 8 mil 400 hectáreas en cinco días, según un nuevo balance, dijo en rueda de prensa el comandante de Protección Civil, Vitor Vaz Pinto.
Un millar de bomberos, apoyados por 359 vehículos y 15 aviones, permanecen movilizados debido a "posibles reactivaciones a lo largo del día". Cerca de mil 500 personas han sido evacuadas y 42 han sido atendidas por los servicios de emergencia.
El miércoles por la mañana, los bomberos pronosticaron una mejora de la situación gracias a la suavización de las condiciones meteorológicas.
La previsión es que aumente la humedad y bajen las temperaturas, sobre todo en la costa, donde se espera que las temperaturas vuelvan a descender por debajo de los 30 grados Celsius. Sin embargo, el riesgo de incendio sigue siendo alto, con temperaturas que oscilarán entre 32 y 38 grados Celsius en el interior del país.
Alcornoques centenarios amenazados
En España, casi todo el país está en alerta roja debido al riesgo extremo de incendios.
En Extremadura (suroeste), región fronteriza con Portugal, decenas de bomberos españoles siguen luchando contra las llamas, con la ayuda de más de una decena de aviones.
El gobierno regional indicó que la evolución del incendio, declarado el lunes en el municipio de Valencia de Alcántara, y que había quemado 350 hectáreas, era "favorable" en la mañana del miércoles.
"Estamos preocupados y con la angustia, porque tenemos una masa forestal enorme, unos alcornoques centenarios y nos da mucha pena", dijo Joaquín Diéguez, propietario de un hotel en la zona.
Según estimaciones provisionales, en 2023 ya han quemado casi 100 mil hectáreas en España y Portugal, frente a un total de más de 400 mil en 2022.