En contra del racismo, la discriminación y el clasismo, integrantes de comunidades indígenas de diferentes entidades del país marcharon por el Paseo de la Reforma al Zócalo en una mega calenda —fiesta de todos los pueblos—, en la que se hicieron llamados a que se apruebe la reforma constitucional en materia indígena y afromexicana.
En el del día Internacional de los Pueblos Indígenas y el Decenio de las Lenguas Indígenas, la concentración partió de la Glorieta de la Independencia al mediodía con representantes de los pueblos mazahua y otomí originarios del estado de México a la vanguardia portando la lona de la festividad seguida por monos de calenda, de Silacayoapám, Oaxaca, que con sus dos metros y medio de altura captaban la atención de transeúntes y turistas en la zona.
“Alto al racismo y la discriminación” y “Urge la reforma constitucional” señalaban sus consignas en carteles adheridos a la espalda, mientras bailaban con la música de banda.
En la Ciudad de México unas 825 mil personas se adscriben como Indígenas, se hablan 55 de las 68 lenguas nacionales y unos 125 mil capitalinos de tres años y más hablan al menos una lengua, explicó Pascual de Jesús, del Movimiento de Pueblos, Comunidades y Organizaciones Indígenas (MPCO) que convocó a la megacalenda.
#DíaEnImágenes Integrantes de #comunidades originarias marchan sobre Paseo de la Reforma para conmemorar el Día Internacional de los #PueblosIndígenas, en la Ciudad de México.
— La Jornada (@lajornadaonline) August 9, 2023
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“Visibilizar nuestra presencia a través de nuestras indumentarias, nuestra danza y nuestra música” dijo es uno de los propósitos de esta movilización que reunió grupos representativos de más de 14 comunidades.
“Esto es lo que somos. Existimos porque resistimos”, apuntó.
Con la vanguardia desfilaron mujeres de la comunidad triqui con el baile típico de San Juan Copala, Oaxaca, seguidos por la danza de negritos del carnaval de Silacayoapám, chinas oaxaqueñas, y tiliches de Putla y diablos de Juxtlaoaca, todos de la región de la Mixteca Baja.
De Michoacán llegó a la ciudad un grupo de mujeres de Uruapan, las aguadoras, con el baile de la región que María de Jesús Bejarano Guerrero, Mamá Chuy, próxima a cumplir 80 años, cuenta que se relaciona con la leyenda del origen del río Cupatitzio.
Continuaba el contingente huehues de la región de Matlalcueyetl, a las faldas de la Malinche, en Puebla, con bailes de Xochipitzáhuatl, otomíes de sierra norte de esa misma entidad con bailes del carnaval de San Pablito y la danza de tecuanes, tradicional de Acatlán de Osorio, pero con poblanos náhuas del grupo 19 de Noviembre, avecindados en el estado de México.
Las comunidades del estado de Guerrero tuvieron su representación con la danza de los diablos de la Perla Dorada de Cuajinicuilapa, en la Costa Chica y no podían faltar la danza de chinelos con danzantes de la ciudad, de las alcaldías Molpa Alta, Xochimilco, Cuajimalpa y Coyoacán, para cerrar con la comparsa del carnaval de San Juan Ixtayopan, de La alcaldía Tláhuac, que llegó al Zócalo pasadas las 15:20 horas.