Belém, Brasil. La cumbre de países de la Amazonía se inició este martes en la ciudad brasileña de Belém, y según el anfitrión Lula da Silva representará un "hito" en el combate a la destrucción de la mayor selva tropical del planeta.
Encabezados por el presidente brasileño, los ocho países de la Organización del Tratado de Cooperación Amazónica (OTCA) se reúnen para discutir estrategias contra la deforestación y el crimen organizado y para el desarrollo de esta vasta región, que alberga alrededor del 10% de la biodiversidad del planeta.
"Nunca fue tan urgente retomar y ampliar nuestra cooperación (...), promoveremos una nueva visión de desarrollo sostenible e inclusivo en la región, combinando protección ambiental con la creación de empleos" para los casi 50 millones de habitantes de la Amazonía, afirmó Luiz Inácio Lula da Silva al inaugurar la cita.
La cumbre es un "hito" y marcará "un antes y un después" en la historia de la defensa de la Amazonía y la transición ecológica, aseguró el mandatario izquierdista, que prometió un plan de "acción detallado y amplio para el desarrollo sostenible" en la región.
También participan del encuentro los mandatarios de Bolivia, Luis Arce, de Colombia, Gustavo Petro, y de Perú, Dina Boluarte, así como el primer ministro de Guyana, Mark Phillips, y la vicepresidenta venezolana Delcy Rodríguez, que sustituyó al presidente Nicolás Maduro, ausente por una infección de oído.
Ecuador y Surinam están representados por sus cancilleres.
Belém, que en 2025 recibirá la conferencia COP30 de la ONU, amaneció con un rígido operativo de seguridad, con bloqueos en los alrededores del evento y el mayor portaviones de América Latina, de la Marina brasileña, apostado en el puerto.
Considerada durante años el pulmón del planeta, la Amazonía se encamina según los científicos a un punto de no retorno, a partir del cual pasará a emitir más carbono del que absorbe, agravando el cambio climático.
Los acuerdos de la cumbre estarán plasmados en la "Declaración de Belém", con un compromiso "enérgico y osado" para contener las "amenazas" que enfrenta la Amazonía, dijo Alexandra Moreira, secretaria general de la OTCA, organización creada en 1995 para preservar la selva.
Los "escenarios científicos nos demuestran la necesidad de una deforestación cero en el 2030 y para ello una de las medidas es el combate a los delitos y el crimen organizado instalado en varios de los territorios amazónicos", añadió Moreira.
Deforestación y petróleo
Uno de los principales retos es justamente lograr metas comunes para erradicar la deforestación, un fuerte reclamo de la sociedad civil.
Brasil se comprometió a acabar con ella en 2030 y está por verse si el resto de países decidirán hacer lo propio.
"Cada país tiene su dinámica, no trabajamos con imposición de pensamiento, es un proceso de consenso progresivo", aseguró la ministra de Medio Ambiente de Brasil, Marina Silva.
El activista boliviano Pablo Solón, uno de los representantes sociales que intervino en la apertura de la cumbre, afirmó incluso que esta meta de 2030 es "insuficiente".
"Es necesario proteger por lo menos el 80% de la Amazonía para 2025. Esto implica hacer un alto en la deforestación (...) y rehabilitar las tierras arrasadas por el fuego y los monocultivos", añadió en alusión a esta meta también defendida por Colombia.
El fin de la exploración petrolífera en la región amazónica, por el que aboga asimismo Colombia, fue otro reclamo de la sociedad civil en un seminario previo a la cumbre.
La ministra de Medio Ambiente de Colombia, Susana Muhamad, admitió que difícilmente se logre un acuerdo al respecto.
Los ecuatorianos decidirán este mes en un referendo si se suspende la explotación de crudo en el estratégico bloque ITT, que está dentro de la reserva Yasuní y del que se extrae un 12% de los 466.000 barriles diarios que produce el país.
Expertos señalan que la declaración debería incluir compromisos para una mayor protección de los territorios indígenas, considerados una importante barrera contra la deforestación, por la forma sustentable en que estas comunidades explotan sus recursos.
Liderazgo a prueba
El miércoles, los mandatarios de la OTCA se reunirán con representantes del Congo, la República Democrática del Congo (RDC) e Indonesia, países que también albergan en sus territorios bosques tropicales, así como otros invitados como Francia, Noruega y Alemania.
El objetivo de ese día será lograr una posición común para presentar en la COP28 que se celebrará este año en Dubái.
El evento también es visto como una prueba de liderazgo de la región en la materia y especialmente de Brasil, tras la vuelta al poder de Lula, que puso fin a cuatro años de negacionismo climático por parte de su predecesor, Jair Bolsonaro.
La cumbre "debería producir resultados concretos si es que la región es seria al colocarse como líder de la acción climática", afirmó el grupo activista Avaaz.