El cáncer no se detiene, y en el Instituto Nacional de Cancerología (Incan) esto es palpable. A diario llegan alrededor de 30 nuevos pacientes, de los cuales 70 por ciento presentan tumores en etapas avanzadas. En los 10 años pasados el esfuerzo para hacer frente al problema que representa la tercera causa de muerte en el país, se concentró en la atención, pero también en impulsar estrategias para prevenir y detectar oportunamente las neoplasias.
Es el caso del cáncer de colon, que a escala global avanza en forma acelerada y en México prácticamente duplicó su incidencia en la última década, al pasar de 7 mil nuevos casos anuales a 15 mil. Por eso, explicó Abelardo Meneses García, director del Incan, se han buscado estrategias de prevención, como la prueba inmunoquímica fecal (FIT, por sus siglas en inglés), que tiene sensibilidad de más de 90 por ciento para detectar sangre oculta en heces.
En entrevista, con motivo del término de su gestión al frente del Incan, luego de dos periodos de cinco años, Meneses García aseguró que la aplicación de FIT a escala nacional puede contribuir a disminuir la incidencia y mortalidad por ese tumor.
Esto quedó demostrado en ese instituto, centro nacional de referencia en oncología, pues de más de 2 mil 200 estudios realizados desde 2018, 13 por ciento han salido positivo (con presencia de sangre oculta en heces) en mayores de 50 años, aparentemente sanos y asintomáticos. El siguiente paso es hacer una colonoscopía –revisión del colon con ayuda de una videocámara– para encontrar lesiones.
De las pruebas que han salido positivas con FIT, en 10 por ciento de los casos se han identificado lesiones premalignas o malignas en etapas tempranas. Meneses García comentó que si se da el caso, durante la colonoscopía los especialistas pueden extirpar el problema. Así, ya no se desarrolla el tumor.
En cambio, hasta ahora, en la mayoría de los casos, el cáncer se detecta en etapas avanzadas. Esto, además del daño en la salud de los pacientes y en su entorno familiar, implica la inversión de alrededor de 650 mil pesos en un año de tratamiento, que es cubierto con recursos públicos. Para los enfermos el servicio es gratuito.
Para Meneses, quien hace unos días presentó su último informe de actividades, y el próximo día 15 concluye su periodo al frente del Incan, no hay duda de los beneficios que tendría ampliar la cobertura de la prueba FIT, al menos
, por regiones con la finalidad de disminuir costos.
Vacuna de VPH
Por ahora, el estudio se encuentra disponible para la población general en ese instituto. De igual forma, en estos años se fortaleció la oferta de procedimientos de detección de cáncer de mama y cervicouterino. En este último, además, se promueve la vacuna contra el virus del papiloma humano (VPH), causante de casi la totalidad de este tipo de neoplasias, indicó.
–¿El cáncer sigue en aumento?
–Cada año se registran 195 mil casos nuevos. Predominan el de mama y próstata, y va en aumento muy importante el de colon. En el instituto tenemos más de 220 mil enfermos en seguimiento de todos los tumores y cada año hay 6 mil 500 nuevos casos. En los últimos 10 años la demanda creció 15 por ciento, y muy rápido recuperamos los números que teníamos antes de la pandemia de covid-19, cuando se redujo 17 por ciento.
En estos años también se fortalecieron los cuidados paliativos. Antes, a los médicos les costaba decidir el momento de enviar a sus pacientes. Ahora, se atiende a cerca de 20 mil personas cada año en distintos momentos del tratamiento, sobre todo cuando ya no tienen que ir al Incan.
–¿Cómo pudo ser tan rápida la recuperación de los servicios después de la pandemia?
–En parte, porque los servicios no se suspendieron. Los pacientes continuaron sus terapias. Lo que vimos es que cuando empezó a bajar la transmisión del coronavirus, aumentaron los casos nuevos, pero en etapas más avanzadas, algunos ya con metástasis (extensión del cáncer a otros órganos). El cáncer no espera.
El incremento también se dio porque en la pandemia los hospitales que tienen servicio de oncología fueron reconvertidos para atender enfermos de covid-19, a los que nos los refirieron.
En ese mismo periodo recibimos a más de 400 pacientes de Fucam y otros organismos privados que dejaron de recibir financiamiento oficial; y las mujeres con cáncer de mama, de cérvix y linfomas ya no pudieron continuar allá su necesaria atención.
Otro dato que resaltó el funcionario médico es el aumento de especialistas en oncología. De mil 900 que había en 2013 a nivel nacional, ahora son cerca de tres mil. Faltan aún, pero ya se ha podido fortalecer los servicios de los centros estatales y hospitales de especialidad, como el de Oaxaca, que depende de la Comisión Coordinadora de los Institutos Nacionales de Salud y Hospitales de Alta Especialidad y ya tiene capacidad para atender la mayor parte de tumores malignos, lo que hace unos años era imposible, sostuvo.