Brasilia. El Gobierno de Brasil quiere que el sector privado contribuya a reforestar grandes extensiones de la Amazonia, dijo en una entrevista la ministra de Medio Ambiente, Marina Silva, quien propuso utilizar concesiones para replantar unos 12 millones de hectáreas (120 mil km2) de bosque de aquí a 2030.
Las líneas generales del plan fueron esbozadas la semana pasada en una reunión informativa por el presidente Luiz Inácio Lula da Silva, que se ha comprometido a acabar con la deforestación de la Amazonia para 2030. El relato de Silva sobre cómo funcionaría es el más detallado hasta la fecha.
En una entrevista concedida en Brasilia a finales de la semana pasada, Silva declaró que el Gobierno está estudiando la posibilidad de ofrecer concesiones privadas de tierras de propiedad federal para la plantación de árboles autóctonos junto con maderas de alto valor, como la caoba, muy apreciadas en las industrias del mueble.
También podrían otorgarse concesiones para generar otros productos, como semillas oleaginosas, fibras y resinas, junto con posibles sistemas de créditos de carbono.
"La idea aquí es que el sector empresarial pueda gestionar esto como una concesión", dijo. "Son concesiones por 30 o 40 años".
Andre Lima, jefe de control de la deforestación del ministerio, dijo a Reuters la semana pasada que el plan probablemente comenzaría con la concesión de tierras federales en la Amazonia ya destinadas a la conservación.
Tras un estudio adicional, se ampliaría a terrenos públicos no definidos legalmente como parques nacionales, reservas indígenas u otros territorios protegidos.
El expresidente brasileño Jair Bolsonaro, bajo cuyo mandato se disparó la deforestación entre 2019 y 2022, defendió el desarrollo económico de la Amazonía con minería y agricultura. Pero múltiples estudios han demostrado que la selva puede ser más valiosa económicamente en pie que talada.
Funcionarios de ocho naciones amazónicas, entre ellas Brasil, Colombia y Perú, se reunirán esta semana en la norteña ciudad brasileña de Belem en un encuentro de dos días de la Organización del Tratado de Cooperación Amazónica.
Su objetivo es forjar políticas, objetivos y posiciones unificadas en las negociaciones internacionales sobre unas 130 cuestiones que van desde la financiación del desarrollo sostenible hasta la inclusión de los indígenas.