Una jueza de Texas falló el viernes que la prohibición estatal al aborto ha mostrado ser demasiado limitante para las mujeres que tienen complicaciones graves durante el embarazo y debe permitir excepciones para que los médicos no teman enfrentar cargos penales.
Es el primer fallo que resta rigurosidad a la ley en Texas desde que ésta entró en vigor en 2022, y supone una victoria importante para los defensores del derecho al aborto que consideran el caso como un posible modelo a seguir para mermar las restricciones en otros estados con gobiernos republicanos.
Se cree que es la primera impugnación jurídica en Estados Unidos presentada por mujeres a las que les negaron el aborto desde que la Corte Suprema revocó el año pasado el fallo de Roe vs. Wade, el cual durante casi 50 años había avalado el derecho constitucional a la interrupción del embarazo.
Se desconocen de momento las repercusiones que tendrá la decisión de la jueza Jessica Mangrum en Texas, donde todas las clínicas para abortos fueron cerradas el año pasado. Durante dos días de emotivos testimonios en una sala judicial en Austin, varias mujeres compartieron sus desgarradoras historias de saber que sus bebés no sobrevivirían al nacimiento y que les era imposible viajar largas distancias a estados donde la interrupción del embarazo sigue siendo legal.
Se prevé que el estado apelará con celeridad y ha alegado que la prohibición en Texas ya prevé excepciones, por lo que considera que los temores de los médicos son infundados.