Nueva York y Washington. Donald Trump fue formalmente acusado ayer de cuatro delitos criminales federales por su intento de revertir la elección de 2020 violando los derechos de los votantes. Esta es la tercera acusación anunciada en los últimos cinco meses; antes de marzo, ningún ex presidente estadunidense había sido acusado formalmente de crímenes.
La acusación registrada ayer ante un tribunal federal en Washington por el fiscal especial federal Jack Smith, del Departamento de Justicia, empieza con un resumen tajante: a pesar de haber perdido, el acusado estaba determinado a mantenerse en el poder
. Afirman que durante más de dos meses después de la elección de 2020, el acusado difundió mentiras
sobre fraude electoral, y que el acusado sabía que eran falsas
.
Los cuatro delitos son conspiración para violar derechos civiles protegidos por ley, conspiración para defraudar al gobierno, obstrucción de un procedimiento oficial y conspiraciones para obstruir un procedimiento oficial. Los primeros dos cargos llevan condenas hasta de cinco años de prisión, los otros dos, hasta 20, si es declarado culpable en un juicio.
“Cada una de estas conspiraciones –que se construyeron sobre la gran desconfianza que el acusado estaba creando a través de mentiras generalizadas y desestabilizadoras sobre fraude electoral– atacó una función básica del gobierno federal de Estados Unidos: el proceso de la nación de captar, contar y certificar los resultados de la eleccion presidencial”, se asienta en la acusación formal.
La causa presentada ayer menciona que Trump tenía seis co-conspiradores, pero no los identificó, lo que llevó a especular que próximamente serán formalmente acusados.
Periodistas en este país se han tenido que acostumbrar a repetir la frase nunca antes
en los últimos meses, pero es cierto, una vez más, que nunca antes en la historia del país se había visto un caso en el que un presidente y sus cómplices hubieran intentado lo que en esencia es un golpe de Estado: las acusaciones detallan un esfuerzo de usar el poder para subvertir un proceso electoral y violar el principio democrático fundamental de la transición pacífica del Poder Ejecutivo con el objetivo de mantenerse en el poder, todo en contra de la voluntad del electorado.
El ex presidente Donald Trump, en imagen del 6 de enero de 2021, cuando encabezó un mitin de protesta en Washington por la certificación del colegio electoral al triunfo de Joe Biden. Más tarde, hordas de sus seguidores irrumpieron en el Capitolio. Foto Ap
La acusación es resultado de una intensa investigación del equipo del fiscal federal durante unos ocho meses, la cual fue antecedida por una extensa pesquisa de un año realizada por una comisión especial del Congreso, ambas girando en torno a lo que ocurrió en los dos meses entre la elección presidencial de noviembre de 2020 y el asalto al Capitolio por fanáticos invitados por Trump para intentar frenar la certificación de los resultados de la elección.
A pesar de esta grave acusación sin precedente, por ahora para decenas de millones de personas en este país Trump debería de ser relecto en 2024. El presidente de la cámara baja, el republicano Kevin McCarthy, quien de acuerdo con la Constitución es el tercero en línea para la presidencia, de inmediato reaccionó a la noticia declarando que esta acusación era un intento de distraer al público de la corrupción del gobierno de Biden y un esfuerzo para descarrilar la campaña presidencial de Trump, algo que otros republicanos (aunque no todos) repitieron. Tal vez más alarmante para opositores de Trump es que las encuestas realizadas después del anuncio de cargos criminales contra el ex presidente en otros casos registraron un creciente apoyo.
Tres causas y otra pendiente
Por ahora, Trump enfrenta dos acusaciones formales federales, ambas formuladas por el mismo fiscal Smith, un veterano muy reconocido del Departamento de Justicia que fue asignado los casos por el procurador general, Merrick Garland. Además de la anunciada ayer, una primera acusación federal formal fue presentada contra Trump en junio por su manejo ilegal de documentos oficiales secretos de seguridad nacional, y por sus intentos de obstrucción. El juicio sobre ese caso esta programado, por ahora, para mayo de 2024.
La tercera acusación formal contra el magnate fue presentada por el fiscal local de Manhattan y gira en torno a pagos ilegalmente contabilizados que hizo a una estrella de pornografía a cambio de su silencio antes de la elección de 2016.
Al mismo tiempo, todo indica que Trump está por enfrentar su cuarta acusación criminal por la fiscal del condado de Fulton, en Georgia, quien informó que ha concluido su indagatoria sobre los esfuerzos del ex presidente por subvertir los resultados en dicha entidad, clave en determinar la elección nacional en 2020. Las autoridades en Atlanta han colocado vallas de metal y otras medidas de seguridad para preparar lo que se supone será el anuncio de esta acusación este mes.
Trump reaccionó a la noticia de su tercera acusación ayer con su acostumbrado ataque, sobre todos quienes se atreven a acusarlo o criticarlo, afirmando que es la continuación de una cacería de brujas
en su contra, y que todo es parte de un intento por frenar su campaña para retornar a la Casa Blanca en las próximas elecciones de 2024. Denunció que esta acusación es parecida a las acciones de la Alemania nazi de los años 30, la ex Unión Soviética
y otros regímenes autoritarios
, acusó de corrupción al Departamento de Justicia y declaró que será relecto a la Casa Blanca para salvar a nuestro país
.
Parte de la acusación formal contra el ex presidente Donald Trump en un tribunal federal de Washington. Foto Ap
Para Trump, cada investigación es parte del juego de politiquería. Por ello ha buscado convencer de que las acusaciones son parte de una gran conspiración para usar el Poder Judicial con fines políticos. Pero las investigaciones dejan claro que hay evidencia abrumadora de que el ex presidente cometió múltiples delitos graves, muchos de ellos sin precedente, durante su estancia en la Casa Blanca, como otros cuando fue empresario y candidato.
Sigue de favorito
Sin embargo, y ante la incredulidad de algunos expertos e incluso enemigos del presidente dentro de su propio partido, las encuestas más recientes registran que sigue siendo el republicano más poderoso del país. En un sondeo del New York Times/Siena realizado esta última semana, Trump aplasta a sus contrincantes por la nominación de la candidatura presidencial republicana al gozar de una ventaja de 37 puntos sobre su rival más cercano, el gobernador de Florida, Ron DeSantis, y ganando por más de 50 a los otros cinco que están por ahora en la contienda interna.
Aún más preocupante para los demócratas, en el mismo sondeo, Trump está empatado con el presidente Joe Biden en una contienda hipotética entre los dos si la eleccion fuera celebrada hoy día.
Al mismo tiempo, algunos analistas señalan que el impacto acumulativo de tantas acusaciones formales podría empezar a minar el apoyo a Trump entre ciertos sectores, incluyendo votantes no alineados moderados, quienes serán claves en determinar la próxima elección.
Pero el proceso electoral apenas empieza y los comicios generales programados para noviembre de 2024 están muy lejos. Seguramente habrá muchas más cosas que nunca antes
se han visto.
Donald Trump enfrenta nuevas acusaciones criminales por cuarta vez en cinco meses, surgidas de sus esfuerzos por anular su derrota electoral 2020. Trump es el primer ex presidente de Estados Unidos acusado penalmente. Vía Graphic News