Santiago. En desafío a la presencia del ejército en la zona, el grupo insurgente Resistencia Mapuche Malleco (RMM) se adjudicó un ataque armado lanzado este miércoles en la localidad de Traiguén, 650 kilómetros al sur de Santiago, donde fueron incendiados inmuebles y vehículos particulares, un consultorio de salud, una ambulancia, una iglesia y una escuela, en otra escalada del conflicto armado que ocurre en el sur de Chile entre organizaciones rebeldes indígenas y el Estado chileno.
Un enfermero resultó con quemaduras diversas mientras intentaba apagar las llamas en la posta de salud.
Los atacantes dejaron una pancarta reivindicando la operación y exigiendo la reubicación en penales de la Región de la Araucanía de 17 presos mapuche que en mayo protagonizaron un motín en la carcel de Angol, también en el sur del país, durante el cual retuvieron como rehenes a tres gendarmes carcelarios para reclamar que se les permitiera recibir visitas, acción por la cual el Ministerio Público busca formalizarlos penalmente por el delito de secuestro.
Los 17 presos fueron separados en diferentes centros penitenciarios, aún más al sur del país.
La RMM es uno de al menos cinco grupos insurgentes que reclaman al Estado chileno la devolución del territorio ancestral mapuche -el Wallmapu-, arrebatado mediante la ocupación militar durante la segunda mitad del siglo 19, para luego ser distribuido a colones blancos, muchos de ellos europeos.
La ministra del Interior, Carolina Tohá, calificó el hecho de atentado criminal con características terroristas.
Pese a que el estado de excepción constitucional y el consiguiente despliegue militar en el Biobío y la Araucanía se prolonga casi sin pausa desde hace 21 meses, la insurgencia mapuche continúa muy activa y desde marzo lanzó una escalada de decenas y decenas de operativos, principalmente contra la industria forestal, que explota vastas extensiones en esas regiones.