Nuevo Laredo, Tamps. Un centenar de migrantes venezolanos, entre ellos una veintena de niños, protestaron en las instalaciones del Puente Internacional 1 de Nuevo Laredo, pidiendo a las autoridades migratorias de Estados Unidos agilizar las citas para pedir asilo político.
Los niños traían cartulinas con mensajes dirigidos a la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza señalando “tenemos 2 meses en Nuevo Laredo y tenemos miedo, necesitamos ayuda”, “queremos respuestas”.
La protesta provocó el cierre del Puente Internacional 1, exclusivo para usuarios SENTRI y peatones, durante casi media hora, mientras elementos de Aduanas y Protección Fronteriza realizaban un simulacro de contención de migrantes, usando gases así como equipo antimotines.
La petición de los migrantes venezolanos es que Aduanas y Protección Fronteriza agilice las citas que deben realizarse por medio de la aplicación CBP One, ya que la mayoría tienen dos meses en esta frontera y no tienen aún su cita para pedir asilo.
Una representante de los migrantes venezolanos dialogó con la vocera del CBP, oficial Martínez, quien les indicó que deberían esperar que la aplicación CBP One les otorgue la cita y que no hay otra forma de conseguir cruzar a Estados Unidos en forma legal, sin ser deportados.
Anabel Velázquez, es una de las coordinadoras del grupo de migrantes venezolanos quien aseguró que están pasando momentos muy difíciles y que las autoridades norteamericanas no hacen nada por darles una solución.
Añadió que el proceso es muy lento, y ellos ya están desesperados por qué les den una solución y poder cruzar a los Estados Unidos de Norteamérica, más que nada porque hay niños pequeños que están sufriendo las inclemencias de las altas temperaturas de la región.
Posterior al diálogo que se dio, elementos de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP), y de la Policía de Laredo, detonaron petardos y lanzaron gases a medio puente. Esto como parte de un simulacro que realizan para la contención de los migrantes, en dado caso que quisieran cruzar a la fuerza, sin embargo, esa no es la intención.
Esto fue considerado un acto de intimidación por parte de los migrantes, quienes aseguraron no tener intención de cruzar a la fuerza, ni exponer a los niños.
