Ciudad de México. Los precios del petróleo subieron y encadenaron su quinta semana consecutiva de ganancias, por el optimismo de los inversores en el sentido que una buena marcha de la demanda y los recortes de la oferta mantendrán los precios al alza.

En este contexto, la mezcla mexicana de exportación ganó 61 centavos y llegó a 75.62 dólares el barril, de acuerdo con el precio publicado por Petróleos Mexicanos (Pemex). En la semana acumuló una ganancia de 3.62 dólares, equivalente a 5 por ciento.

Desde el pasado jueves los precios del hidrocarburo repuntaron y la mezcla se colocó por encima de 75 dólares el barril, lo cual no ocurría desde noviembre del año pasado.

El referencial estadunidense West Texas Intermediate (WTI) ganó 49 centavos, a 80.58 dólares el barril, mientras el referente europeo Brent subió 75 centavos, a 84.99 dólares el barril: Ambos también subieron en la semana casi 5 por ciento.

Los precios del hidrocarburo acumularon una quinta alza semanal consecutiva y las ganancias en el mes superan 13 por ciento.

El apetito por el riesgo en los mercados financieros se ha visto impulsado por las crecientes expectativas de que los bancos centrales, como la Reserva Federal de Estados Unidos y el Banco Central Europeo, se acerquen al final de sus campañas de endurecimiento monetario, lo que impulsa las perspectivas de crecimiento mundial y con ello la demanda de energía.

Las expectativas alcistas de la demanda se vieron impulsadas el jueves después de que el producto interno bruto (PIB) de Estados Unidos del segundo trimestre creció 2.4 por ciento, un ritmo que superó las previsiones, apoyando la opinión del presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, de que la economía puede lograr el llamado “aterrizaje suave.

Los inversores se están haciendo a la idea de que las tasas máximas están cada vez más cerca, mientras que parece cada vez más probable que Estados Unidos evite la recesión, dijo el analista de PVM Tamas Varga.

Nuevos datos publicados el viernes mostraron que algunas de las principales economías de la zona euro mostraron una resistencia inesperada en el segundo trimestre, pese a una serie de indicadores que habían apuntado a una debilidad en el futuro, a medida que el sector manufacturero se debilita y los servicios se ralentizan.

Por su parte, los responsables políticos chinos han prometido intensificar las medidas de estímulo para vigorizar la recuperación tras la crisis, después de que la segunda mayor economía del mundo creció a un ritmo débil en el segundo trimestre.