La compañía Delfos Danza Contemporánea, creada y dirigida por Claudia Lavista y Víctor Manuel Ruiz, se ha convertido en el proyecto de vida de cada integrante, y en el barco
que les ha permitido recorrer lugares insospechables e insondables durante tres décadas.
Delfos es el espacio para que coreógrafos y bailarines expresen lo que sienten y piensan. Proponen una visión interdisciplinaria de la danza y una capacidad discursiva personal que ha atrapado la mirada de miles de espectadores de contextos muy distintos.
En mi caso y el de Víctor, apostamos todo a este proyecto que nos ha permitido tener la vida que tenemos, pero también ha sido un espacio de expresión para que la gente dedicada a este arte pueda expresar sus ideas, sus dudas, sus conjeturas, sus visiones y las de todo el equipo de trabajo
, expresa en entrevista Claudia Lavista.
Con motivo del 30 aniversario, el grupo se presentará mañana en la sala principal del Palacio de Bellas Artes con el programa Paisajes insondables conformado por las obras Óxido, un estreno de Lavista, y el remontaje de Minimal, de Ruiz.
Detrás del grupo hay decenas de personas que han hecho posible estas tres décadas, como bailarines, creadores, músicos y artistas que han colaborado en algunos proyectos y los gestionan.
“En la función del Palacio de Bellas Artes vamos a develar una placa conmemorativa. Para mí ha sido muy lindo armarla, porque incluimos a personas que estuvieron un mes o toda la vida, porque cada una ha sido muy importante en la agrupación. La celebración es un homenaje a todas esas personas que confiaron en el proyecto y que hicieron posible que se lograra.
Cuando hablo de 30 años, hablo de un enorme tejido de personas, de afectos, de acciones. Algunas se han transformado en 90 obras, y esto se traduce en una apuesta de vida
, explica la coreógrafa y bailarina.
Víctor Manuel Ruiz apunta que como proyecto e institución, Delfos ha tenido muchas metamorfosis, porque todo es incierto, todo se mueve, y las políticas culturales son complejas y las condiciones, difíciles
.
Ante ese panorama, el coreógrafo expresa que cuentan con la creatividad que les permite inventar cosas y jugar, como si fueran niños. El arte es una especie de receptor, de traductor de emociones y pasajes que conmuevan a la gente, que la toquen y se sienta parte de nuestro trabajo
, agrega.
Para Claudia Lavista, la compañía ha sido un espacio de descubrimiento en el que puede crear lo que piensa. Considera a Delfos un barco, porque la vida es un viaje y la danza también. El arte es una travesía y quiero seguir con este barco que nos lleva a lugares insospechados e insondables
.
La compañía también ha sido un gran laboratorio y una escuela para crear coreografías. Al respecto, Lavista comparte: “La coreografía y ese mundo de la creación escénica es el mundo de las preguntas, de las conjeturas, de las posturas; es el mundo de los puntos de vista y, como cualquier persona, he movido mis puntos de vista, muchos se han fortalecido y otros se han ido transformando a lo largo del tiempo y de la experiencia de crecer.
Delfos ha sido mi casa a la que siempre puedo volver, la que puedo reconstruir, puedo pintar las paredes de otro color, pero también tirarlas y hacer otras nuevas. Delfos es como un animal vivo que me ha permitido ser quien soy y expresar mi naturaleza personal en absoluta libertad, y eso no tiene precio.
Para festejar sus tres décadas, la agrupación dancística estrenará la pieza Óxido, de Lavista, que, en palabras de su creadora, es una reflexión escénica en torno a las relaciones humanas, pues considera que si algo necesita el mundo ahora es horizontalidad, poder vernos unos a otros, entender que el mundo se está derrumbando y que tenemos que hacer algo en comunidad, juntos; cuando digo comunidad, no sólo hablo de seres humanos, sino en comunión con la naturaleza y los animales, en comunión con el mundo entero; aunque suene utópico es con nosotros o no es
.
Sin mi padre no podría celebrar
En esta obra se emplea papel kraft no como escenografía, sino como una escultura
que se transforma ante la mirada del espectador. Es un cuarteto y utilizo la danza isorrítmica de mi padre; es con música de mi papá, porque no podría celebrar estos 30 años sin su presencia
.
La pieza del compositor Mario Lavista (1943-2021) será interpretada en vivo por el Ensamble de Percusiones SAFA, que también tocará la música del estadunidense Steve Reich, de la obra Minimal, de Víctor Ruiz.
La segunda coreografía, según su realizador, es una versión contemporánea de la Danza del venado, una de las tradiciones de Sinaloa. La obra fue creada durante el confinamiento de la pandemia, ya que en el encierro los animales empezaron a apropiarse de la ciudad y la gente sufrió depresión. Necesitamos luchar y volver a nuestros orígenes, a la naturaleza viva y a abrazarla; esa es la metáfora de la obra
, comparte Ruiz.
Como parte de los festejos de la compañía, el día de la función se montará una exposición con el trabajo fotográfico de Martín Gavica Sáenz, quien durante estos años ha colaborado con Delfos.
La presentación de Paisajes insondables será este sábado a las 19 horas en el Palacio de Bellas Artes (avenida Juárez s/n Centro Histórico).