Santiago de Cuba. A 70 años del asalto a los cuarteles Moncada y Carlos Manuel de Céspedes, el presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, aseguró ayer que la inclusión de la isla en la lista de países patrocinadores del terrorismo, la persecución a los suministros de combustible y el intento por desacreditar la colaboración médica cubana en el mundo, entre otras nuevas sanciones, son las principales medidas de Estados Unidos, como parte del recrudecimiento de su bloqueo imperante desde hace más de 60 años, para tener a la nación bajo una crisis económica.
Mientras el gobierno de Estados Unidos persista en su intento de asfixiarnos con su genocida bloqueo, mientras no alcancemos un nivel de prosperidad digna, tendremos un Moncada que asaltar
, sostuvo el mandatario en Santiago, donde estuvo acompañado por el ex mandatario Raúl Castro y Ramiro Valdés, quien tambien vivió dicho episodio.
Junto con ellos además estuvieron el primer ministro, Manuel Marrero, y el vicepresidente, Salvador Valdés Mesa.
El mandatario cubano agradeció además la participación en ese acto de unos 300 activistas de las brigadas de solidaridad con Cuba, llegados desde 26 países de América Latina y el Caribe, Norteamérica y Europa. Reconoció los duros efectos sobre la economía cubana de la hostilidad de Estados Unidos, aliviados, dijo, por la enorme ola de solidaridad de los amigos del país caribeño en todas partes del mundo.
Destacó que el pueblo espera respuestas sobre el nivel de vida y la cotidianidad, que se pueden ir resolviendo sin esperar el levantamiento de las medidas unilaterales del gobierno estadunidense.
Subrayó que la batalla contra las ilegalidades, el delito y, sobre todo, el incremento de la oferta de bienes de uso y consumo para combatir la inflación, los cuales constituyen “un difícil Moncada que tenemos el deber de asaltar en todo el país.
El presidente cubano, Miguel Díaz-Canel (al centro), el ex mandatario Raúl Castro y el comandante Ramiro Valdés (a la derecha), ayer en la ceremonia que se realizó en Santiago. Foto Afp
Desde 1959 somos muchos más que unas docenas de jóvenes valientes contra la tiranía de (Fulgencio) Batista (1952-1959). Somos un pueblo que defiende la revolución y el socialismo como el camino más justo para alcanzar una sociedad más justa para todos
, afirmó.
Señaló que quienes califican al gobierno cubano de dictadura deberían acercarse a la historia de asesinatos y torturas ocurrida tras los sucesos del 26 de julio de 1953, celebrado en Cuba como Día de la Rebeldía Nacional, cuando cayeron en combate seis jóvenes y 55 fueron ultimados de manera despiadada durante una semana que llenó de horror al país.
El 26 de julio fue el principio del fin de la última dictadura instalada en Cuba, con el apoyo material de Estados Unidos, por eso no nos perdonan la revolución
, subrayó.
En dicho acto, celebrado ante el antiguo cuartel Moncada, un grupo de niños escenificó la fallida acción militar que lideró el entonces joven abogado Fidel Castro, quien seis años después al frente de un grupo guerrillero derrocaría la dictadura de Batista.
Mediante la técnica de videomapping se proyectaron sobre la fachada de la antigua fortaleza militar imágenes con efectos visuales y sonoros, para reflejar el momento en que del festejo por los carnavales santiagueros se pasó a la acción de los rebeldes de entonces, quienes aprovecharon los carnavales para atacar los dos enclaves militares, pero la acción resultó fallida y los sobrevivientes fueron capturados, sometidos a juicio y condenados a distintas penas, aunque recibieron una amnistía dos años después.
Fidel y Raúl Castro, junto con otros combatientes, salieron entonces a México, desde donde organizaron Sel movimiento guerrillero que triunfó el 1° de enero de 1959.